Muyshondt aprovechó el descontento popular y la debilidad en el Fmln tras la salida de Nayib Bukele para encontrar perlas en el lodo: el 73% de las actas escrutadas confirma que su rival, la también diputada Jackeline Rivera, naufragó en todo San Salvador. Las negociaciones con las pandillas no afectaron al nuevo alcalde.

Ilustración FACTUM/Judith Umaña 

Ernesto Muyshondt será el próximo alcalde de San Salvador. Su victoria es parte de los resultados esperados tras la jornada electoral del 4 de marzo. Las encuestas de opinión publicadas lo daban por ganador, aunque el margen de apoyo ha sido superior al esperado.

La victoria del candidato arenero y actual diputado ha barrido en los 50 centros de votación de la capital y gran parte de las 593 Juntas Receptoras de Voto (JRV) de la capital. A esta hora (5:00 pm del 5 de marzo), con el 73% de las actas escrutadas, Muyshondt ha logrado 63,922 votos a su favor; mientras que la diputada Jackeline Rivera del Fmln llega a los 29,475, es decir, el alcalde electo ha ganado con un 53 % de papeletas a su favor.

La tendencia de apoyo a Arena es más fuerte en algunos lugares como el Centro Internacional de Ferias y Congresos (CIFCO) con un 62 % de votos para Muyshondt (2,435 Arena, 125 FMLN), o el Centro Escolar San Antonio Abad, donde el resultado fue del 71 % a favor del partido de derecha (1,062 Arena, 301 Fmln).

Mientras en otros centros la diferencia estuvo más reñida, como el Centro Escolar Católico Fe y Alegría, en la colonia La Chacra, donde Arena ganó por tres votos (835 Arena, 832 Fmln), o en la Escuela de Educacion Parvularia Santa Marta en el barrio San Jacinto que la ventaja para la derecha fue del 27.1 % (1,744 Arena, 1,300 Fmln).

La victoria de Muyshondt tiene razones evidentes, empezando por la expulsión del todavía alcalde capitalino Nayib Bukele del FMLN y el anuncio de su postulación para las elecciones presidenciales. La crisis interna en este partido desequilibró la balanza a favor del diputado arenero y sacó de escena a un alcalde muy mediático con capacidad de arrastrar a masas de votantes. Además, despejó las dudas sobre la visión del partido oficialista: el FMLN no busca renovarse ni adaptarse a las “nuevas ideas”.

De hecho, el llamado de Bukele a anular el voto nulo ha tenido efecto, al menos en el municipio de San Salvador: se ha convertido en la tercera opción mayoritaria con más de 11,000 papeletas anuladas.

Muyshondt aprovechó el vacío que dejó Bukele para proyectar más su imagen pública de cara a las municipales y lograr gobernar en la capital, el municipio con mayor número de votantes del país. Así, para cuando el FMLN anunciaba a su candidata y la principal contrincante del arenero, la diputada Jackeline Rivera, en octubre de 2017, Muyshondt ya llevaba tres meses de ventaja pues su partido lo designó en las elecciones internas de julio.

“Neto”- su diminutivo que ha usado en campaña- aprovechó ese compás de espera para visitar mercados y barrios de la capital, para afinar los detalles de su propuesta municipal que se centró en cuatro planes: Bóvedas para el Desarrollo, Canchas para Todos, Corredor Urbano y Videovigilancia.  Estos planes fueron definidos, según Muyshondt, a partir del contacto con ciudadanos desde mediados del año pasado.

Al mando de su campaña estuvo el diputado Norman Quijano, exalcalde de San Salvador durante dos periodos, entre 2009 y 2015. Quijano fue candidato de Arena para las últimas elecciones presidenciales y Muyshondt su asesor en esa época. En ese papel se hizo especialmente famoso. En febrero de 2014 se reunió con miembros de pandillas, les ofreció reformas carcelarias y les consultó sobre la posible elección de Facundo Guardado como ministro de Justicia y Seguridad Pública, en caso de llegar Arena al poder. Todo ello a cambio de apoyar la candidatura a la presidencia de Quijano, según un video publicado por El Faro. Aunque el diputado admitió los hechos y aclaró que la reunión se había dado sin negociar nada al margen de la ley, reconoció que para gobernar es necesario “tratar con ellos” .

La declaración de un testigo criteriado detenido este año en el marco de la operación “Cuscatlán” contra la estructura financiera de las pandillas, han hecho que vuelvan a circular en varios medios nacionales detalles de esa reunión de 2014.  Según el testigo, el diputado Muyshondt les entregó $69,000 tras la reunión y ese dinero fue utilizado para comprar seis kilos de cocaína.

Sin embargo, Muyshondt no mencionó a las pandillas en su programa. Al cierre de su campaña se le preguntó si tenía pensado dialogar con estas estructuras para llevar a cabo proyectos en el Centro Histórico. “El diálogo es con los vendedores, no con los grupos delincuenciales”, dijo entonces y evadió dar detalles al respecto.

Otro de los factores que ha beneficiado a ARENA en estas elecciones es el descontento popular. En la última encuesta electoral publicada por el Instituto Universitario de Opinión Pública de la UCA (Iudop) hay un dato clave: Ante la pregunta de “¿Cuál es el mejor candidato para la Alcaldía de San Salvador?” El 29 % de los encuestados dijo que “ninguno” de los candidatos, el 27.1% mencionó a Ernesto Muyshondt y un 24% indicó que era Jackeline Rivera. Para el Iudop, el descontento popular tiene que ver con la pérdida de credibilidad en el proceso electoral y el poco interés en las débiles propuestas de campaña de los partidos.

El descontento expresado en las encuestas emergió en las elecciones del domingo. La votación en la capital fue escasa, si se compara con las elecciones de 2015. Hace tres años, y con Bukele y Edwin Zamora (Arena) como candidatos, la votación fue de 89,164 a 83,396, a favor del Fmln. Es decir, el Fmln ha obtenido 59 mil votos menos, y Arena 19 mil votos menos. La diferencia en los votos nulos también es significativa: en 2015 fueron a penas 1,457; el domingo, más de 11 mil.

La ventaja de Arena en estas elecciones legislativas y municipales habrá sido – según las conclusiones de la encuesta- el voto de castigo de una gran parte del país en contra el Fmln, el partido en el gobierno.