Aunque la firma de Independencia se dio en Guatemala, y fue el principal escenario que albergó la gesta independista de Centroamérica, también en la ciudad de San Salvador ocurrieron hechos que aportaron a la lucha. Sin embargo, a diferencia de Guatemala –en donde los edificios y lugares claves se mantienen hasta la actualidad– en San Salvador, el rastro arquitectónico cada vez se erosiona más.
Tras los 194 años de independencia, terremotos, inundaciones y conflictos sociales han relegado al olvido buena parte de la arquitectura histórica del Centro de San Salvador. Por ejemplo, la mayoría de las edificaciones que se encuentran en el Centro Histórico no pasa de finales del siglo XIX. La edificación aún en pie que data de más tiempo es la fachada de la antigua Iglesia San José –ubicada en la plaza San José– y que fue reconstruida en 1873, luego de que la original fuera destruida por un terremoto. En San Salvador no existen edificaciones que daten de la independencia, mucho menos de la época colonial.
Por ello, no hay mayor rastro de los espacios en donde estuvieron las edificaciones donde convivieron los próceres de la independencia. Solamente queda el testimonio de quienes se han adjudicado la existencia de alguna edificación donde se dijo que vivió algún prócer.
Al recorrer las cuadras del Centro Histórico, es posible detectar que también existen pistas más modernas, a partir de las cuales historiadores han concretado información. Ciertos edificios de San Salvador han sido identificados como lugares de residencia de algunos próceres. Tal es el caso de las que fuesen casas de Manuel José Arce o José Matías Delgado. De ellas, en algún momento se colocaron placas conmemorativas –que se mantiene aún intactas– y que dan alguna fe de que en ese inmueble residió algún prócer. Actualmente son edificaciones modernas y funcionan con usos diversos, aunque distan de ser destacados como centros de la conservación de la memoria histórica.
Para seguir la pista de algunos otros espacios donde convivieron próceres de la Independencia de El Salvador es necesario repasar sus biografías, en donde se dan detalles mínimos. Por ejemplo, Pedro Pablo Castillo vivía en el barrio Candelaria; el grito de independencia de 1812 se dio frente al ayuntamiento, actual plaza Libertad, lugar donde habrían residido los hermanos Aguilar, en la zona donde se ubica el actual excine Libertad.
¿Dónde reposan los restos de la mayoría de los próceres? Es un misterio. Se sabe con exactitud de cuatro tumbas: Manuel José Arce descansa en el monumento de los Próceres en el Cuartel El Zapote, en San Jacinto; José Simeón Cañas, en la Iglesia El Pilar, San Vicente; el presbítero José Mariano Calderón en la Iglesia de Santiago Texacuangos; y también destaca la tumba de los hermanos Aguilar, en la cripta de Catedral Metropolitana. Sin embargo, una tumba nunca fue identificada. Se trata de la tumba de José Matías Delgado, del cual nunca identificaron sus osamentas y por ello solamente existe una placa en la Iglesia El Rosario, frente a la plaza Libertad.
A continuación, Revista Factum les dará una guía por el centro de San Salvador, a través de una galería fotográfica que muestra los lugares –o donde se supondría que estuvieran– que fueron parte de la vida cotidiana de los próceres salvadoreños.
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