La Fuerza Armada “extravió” los documentos oficiales de El Mozote

¿Dónde está el Plan de Operaciones de la operación Rescate de Morazán? La Fuerza Armada, en respuesta oficial, asegura que no tener ningún archivo oficial de la masacre de El Mozote. 

Foto FACTUM/Archivo


La Oficina de Información y Respuesta (OIR) del Ministerio de Defensa asegura que no hay ningún documento donde estén registrados los nombres de las unidades militares que participaron en la operación “Rescate de Morazán”, efectuada en los primeros 20 días de diciembre de 1981; tampoco hay registro documental de la nómina de miembros del Batallón de Infantería de Reacción Inmediata Atlacatl (BIRIA) que participaron en la misma.

Para determinar la responsabilidad de lo que una tropa hizo o dejó de hacer en el campo de operaciones es necesario saber de qué unidad eran las fuerzas militares empeñadas en cada operativo o quién era el responsable de la zona militar.  Sin embargo, en el caso de la operación Rescate de Morazán, Defensa dice no tener ningún registro. Eso mismo le informó al Juzgado Segundo de Primera Instancia de San Francisco Gotera, donde se ventila el caso de la conocida como masacre de El Mozote. La FAES, por su negativa de dar información, aduce, por ejemplo, no saber quiénes fueron los militares que murieron o resultaron heridos en aquellos combates.

Durante el conflicto armado, El Salvador estaba dividido en seis zonas militares operativas. Los jefes militares de esas zonas eran los comandantes de las seis brigadas de infantería que existían en todo el país.

En ese sentido, el departamento de Morazán era un territorio bajo la responsabilidad de la Tercera Zona Militar cuyo jefe era el comandante de la Tercera Brigada de Infantería, con sede en San Miguel. Para la época en que se realizó la operación Rescate de Morazán el comandante de esa brigada era el coronel Jaime Ernesto Flores Grijalva, uno de los acusados en el juicio por la masacre de El Mozote, que desde el 21 de septiembre se celebra en Gotera. 

Según el Ministerio de Defensa, no hay ningún archivo en donde esté registrada la salida de tropas del Batallón Atlacatl hacia la zona de El Mozote y tampoco hay documentos que indiquen quién era el jefe militar a cargo de la operación Rescate de Morazán.

Jefes militares en situación de retiro, consultados sobre este tema, afirman que el Batallón Atlacatl era solo una unidad de apoyo tal como lo eran la unidad de la Quinta Brigada de Infantería, de la Guardia Nacional, de Artillería, de la Policía de Hacienda y Fuerza Aérea que, según reportes periodísticos, participaron en la operación de diciembre de 1981.

De acuerdo con las fuentes, resulta increíble que solo el teniente coronel Domingo Monterrosa haya sido quien dirigió la operación, pues su unidad, en esa ocasión, operativamente estaba al mando del coronel Flores Grijalva. Así funcionaba la Fuerza Armada en esos días. Durante aquella operación, Flores Grijalva podía disponer de las tropas del Atlacatl según las necesidades tácticas en el terreno.

A pesar de que la operación Rescate de Morazán revestía una gran importancia, de las que se calificaban mediáticamente como “operación de gran envergadura”, el Ministerio de Defensa dice que no tiene entre sus archivos el plan de operaciones, el cual debería contener los nombres de cada oficial, la cantidad que cada unidad militar empeñaría, las compañías que participaron en la misma y qué haría cada una. Contendría, además, un mapa en el que estuviesen señalados, entre otros detalles, la posible ubicación del enemigo y el despliegue y avance de cada agrupación o unidad militar, recursos como apoyo de la Brigada de Artillería y apoyo aéreo.

Sin mayor explicación, el oficial de información del Ministerio de Defensa, coronel Renato Antonio Pérez Aguirre, respondió por escrito a la consulta de Factum que no hay archivos militares en los que se pueda constatar cuántos efectivos militares participaron en la operación Rescate de Morazán, cuántas bajas, entre muertos y heridos, tuvo el Atlacatl, ni cuánto fue el costo económico del referido operativo.

Detalle de lo solicitado por acceso a la información al oficial de la Fuerza Armada. La respuesta es que lo solicitado es inexistente.

En la respuesta a la solicitud de información indica que no existen tales documentos en el Destacamento Militar No. 4, con sede en San Francisco Gotera, departamento de Morazán, ni en la Tercera Brigada de Infantería, con sede en San Miguel, ni en los archivos del Ministerio de Defensa.

De acuerdo con la respuesta, Pérez Aguirre señala que los encargados de los archivos buscaron por muchos días los documentos que pudieran contener la información solicitada y, que ante la respuesta de que no existían, él mismo fue a comprobar tal circunstancia.

Lo contradictorio sobre la inexistencia de la información solicitada es que en septiembre de 1981, tres meses antes de la operación Rescate de Morazán, el Conjunto II (Inteligencia) de la Fuerza Armada elaboró un documento titulado “Amenaza comunista para la seguridad de América”, el cual fue presentado en octubre de ese mismo año en la XIV Conferencia de Comandantes de Ejércitos Americanos.

En ese documento, ya se perfilaba la zona al norte del río Torola, en el departamento de Morazán, así como la zona norte del departamento de Chalatenango, como zonas de  mucha influencia de grupos guerrilleros. 

Defensa asegura no tener ese documento; sin embargo, Factum obtuvo una copia del mismo. 

 

Otra circunstancia que contradice la respuesta del oficial de información del Ministerio de Defensa es que sí proporcionaron información de cuándo el teniente coronel Domingo Monterrosa salió con su licencia anual (vacaciones) en 1981. 

Las contradicciones sobre la inexistencia de información sobre la Operación Rescate de Morazán se agigantan no solo porque Defensa sí dispone de información sobre la fecha en que Monterrosa tomó sus vacaciones anuales en 1981 -o que tengan el listado de 16 militares del Destacamento Militar No. 2 que la guerrilla mató en Tejutepeque, Cabañas, el 24 de marzo de 1984, en la madrugada del día previo a las elecciones presidenciales- sino porque en los archivos castrenses hay documentos de hechos militares que ocurrieron una centuria antes de la Operación Rescate de Morazán.

Por ejemplo, el oficial de información de la FAES sí encontró un dato que se le pidió en la misma solicitud:  la copia de una orden, girada en agosto de 1884, de fundación del Destacamento Militar No. 2, con sede en Sensuntepeque, Cabañas, es decir, 97 años antes de la masacre de El Mozote.

Las reiteradas solicitudes de información que diferentes periódicos y periodistas han hecho al respecto en los últimos dos períodos presidenciales del Fmln han tenido respuesta similar a las obtenidas después de los Acuerdos de Paz y durante los gobierno de Arena: “información inexistente”.

Esa respuesta resulta increíble no solo porque la FAES tiene en su poder archivos de eventos ocurridos en el mismo año o cien años antes que la masacre de El Mozote, sino porque, durante el conflicto, todas las tropas en el terreno, en operaciones militares o en bases militares, tenían la obligación de elaborar lo que se conocía como IDS (Informe Diario de Situación), el cual era una especie de reporte sintetizado de las novedades y actividades desarrolladas por la unidad militar. Esto de acuerdo con diversas fuentes consultadas dentro de la Fuerza Armada. 

Todos esos IDS eran enviados a la Sección o Departamento III (Operaciones) de cada unidad militar, con copia al comandante, al Departamento II (Inteligencia) y al departamento IV (Logística). Cuando había alguna novedad relevante, como un enfrentamiento con bajas, el D-III reenviaba esa información al Conjunto I, II, III y IV del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada y al jefe de este.

Detalle del muro de entrada al Memorial por las víctimas de La Joya, donde se representa los bombardeos aéreos por parte del ejercito salvadoreño durante la guerra en 1981.
Foto FACTUM/Salvador MELENDEZ

* * * 

El miércoles 9 de diciembre de 1981 La Prensa Gráfica destacaba: “Inició ayer operación de contrainsurgencia de la Fuerza Armada”. Y citaba que el entonces coronel Jaime Ernesto Flores Grijalva, a la sazón comandante de la Tercera Brigada de Infantería, afirmaba que en la referida maniobra militar participaban unidades de la Policía Nacional, Policía de Hacienda, Guardia Nacional, artillería, aviación, infantería y defensas civiles.

Lo anterior era una frase que solían usar los jefes militares al ser entrevistados o los usaba el Coprefa en sus boletines: “…participan en las acciones, efectivos  militares de infantería, aviación, artillería y de cuerpos de seguridad”.

Dos días después de que el coronel Flores se refiriera al inicio de la “Operación Rescate de Morazán”,  los periódicos informaban que el embajador de Estados Unidos en El Salvador, Deane R. Hinton, había visitado Sensuntepeque, donde se reunió con el entonces comandante del Destacamento Militar No. 2, teniente coronel Sigfredo Ochoa Pérez a la vez que había visitado a refugiados de la guerra.

El lunes 14 de diciembre, los periódicos le dieron continuidad a las acciones militares que se efectuaban en el norte de Morazán. “Continúan acciones militares en Morazán”, tituló La Prensa Gráfica.

Al siguiente día, la noticia principal fue: “Captura emisora Venceremos la Fuerza Armada”. Este decomiso se dio en el caserío Joya del Volcancillo, municipio de Meanguera, cuando el grupo que daba seguridad a la Radio Venceremos fue descubierto por militares tratando de escapar del operativo. Varios guerrilleros murieron en esa persecución y dejaron abandonados los equipos de la Venceremos, reportaron los medios. 

Dos días después, los periódicos reprodujeron declaraciones del coronel José Guillermo García, ministro de Defensa, y otro de los imputados en la masacre de El Mozote, quien aclaraba que “era una repetidora de radio Venceremos la que habían decomisado”. No era la radio; eran equipos básicos con los que podían transportar para salir al aire desde cualquier lugar.

Para esa fecha, la masacre de El Mozote ya había sido consumada y la información sobre el decomiso de la repetidora de la Venceremos mostraba que el alto mando de la Fuerza Armada estaba al tanto de las acciones que la tropa desarrollaba en el norte del río Torola.

Luego, el 19 de diciembre, los periódicos informaron sobre los resultados del operativo militar. “Recuperan Morazán al terminar operación Fuerza Armada”, resumían los titulares, aunque  las notas solo decían que durante las acciones militares habían muerto 152 guerrilleros y 12 miembros del Ejército.

Nada se informaba de la masacre de El Mozote. 

El 22 de diciembre, los periódicos dieron como una de las principales noticias que “La Fuerza Armada suponía una eliminación entre los mismos subversivos”. Esa sospecha se originaba en el hecho de que en el lugar conocido como Joya de San Luis, cerca del río Torola, “habían encontrado once cadáveres”.

Eso fue todo lo que se informó sobre la Operación Rescate de Morazán: el decomiso de la repetidora de radio Venceremos, la muerte en combate de 152 guerrilleros y 12 militares, y el hallazgo de esos 11 cadáveres cerca del río Torola. Ese lugar, Joya de San Luis dista unos cinco kilómetros de El Mozote.

Foto FACTUM/Archivo

El 12 de enero de 1982, “La nota luctuosa de la Fuerza Armada”, que era una esquela mortuoria lamentaba la muerte de ocho militares. Cada día, cada semana, la FAES publicaba en El Diario de Hoy y La Prensa Gráfica algunos nombres de los militares caídos en combate.

Fue hasta el 21 de enero, un mes después de publicar las últimas noticias de guerra en la zona norte de Morazán, que los periódicos reportaron que en Jocoaitique, en la misma zona donde un mes antes varias unidades de la Fuerza Armada habían montado el operativo “Rescate de Morazán”, habían sido desalojados unos 300 guerrilleros que habían atacado la base militar de la Guardia Nacional en ese municipio, acción en la que habían muerto unos 30 guerrilleros. Luego los periódicos locales se enfocaron en una nueva operación militar que se desarrollaba en Chalatenango. Y del norte de Morazán no hubo más noticia hasta que la FAES montó otra nueva ofensiva en esa zona: La Operación Torola.

Nada se informó de la masacre de El Mozote. 

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