1913 Vistas |  Like

“Te lo cuento” (rola por rola)

“Te lo cuento” es el nombre del EP que el salvadoreño Snif ha producido en la escena actual del género urbano local. A continuación, este artista emergente nos comenta (canción por canción) lo que sus canciones defienden y proponen en su debut como solista.


Arte del EP de Snif, llamado "Te lo cuento".

Arte del EP de Snif, llamado “Te lo cuento”.

Samuel Vásquez creció en una familia de valores cristianos. Durante su adolescencia, sus aficiones por la patineta y el grafiti terminaron por acercarlo a la cultura hip hop. Unos diez años atrás, mientras pensaba en un buen “tag” (firma), dio con un libro de caricaturas en el que uno de los personajes tenía la onomatopeya “snif”: cuatro letras y fácil de trazar.

Desde ese momento —y para quienes conocen su talento y creatividad—, Samuel ya no es Samuel. Ahora es conocido como Snif. Y con ese nombre artístico empezó a participar en batallas de freestyle. Luego, entre 2009 y 2014, formó parte de Poesía Clandestina, un grupo de raperos que, en ese entonces, era uno de los más jóvenes en la escena. Con ellos grabó un disco y realizó shows dentro y fuera del país.

[Puedes visitar el Facebook de Snif en este enlace]

Samuel Vásquez es conocido como "Snif" en la escena del género urbano en El Salvador. Foto cortesía de Snif.

Samuel Vásquez es conocido como “Snif” en la escena del género urbano en El Salvador. Foto cortesía de Snif.

Ahora Snif tiene 23 años, se autodenomina creyente, pero sin afiliación religiosa. Es probable que su entorno influya de alguna manera en la sed de expresión artística que posee. Su casa está ubicada a media cuadra de un centro penal y de un cuartel. Snif cree en el trabajo en las comunidades para cambiar el país. Afirma que vive de la música desde hace dos años, cuando decidió abandonar la carrera de periodismo que había emprendido. No es coincidencia entonces que también fueran dos años los que tardó en terminar su primer EP como solista, llamado “Te lo cuento”.

Para este material, Snif  afirma que tenía 30 temas, de los cuales terminó eligiendo solo seis. Para la producción del EP, Snif confió en gente que lleva muchos años rodando en distintas escenas musicales del país. El disco fue grabado por Francisco Maravilla, en el estudio de la Asociación para el Fomento de la Industria Musical de El Salvador (AFIMES), ubicado en La Casa Tomada, San Salvador. Mientras que la mezcla y masterización estuvo a cargo de Pedro “El Dros” Alfaro, en el estudio 90 Decibeles, en Washington D.C.

Revista Factum habló con Snif. Queríamos que nos comentara, canción por canción, lo que este EP significa para él. A continuación, este rapero salvadoreño pone en práctica el título de su disco y “nos lo cuenta” todo:


Te lo cuento

“Es como un intro. Básicamente, el concepto del disco es ese: historias. Hablar de historias cotidianas mías o de alguien más o del lugar donde vivo. Es para introducir a la gente a mi persona. Alguna gente solo conoce al Snif de las redes sociales, al Snif de los toques; pero toda persona tiene muchas facetas en su vida. Una faceta con su familia, una con sus amigos, una faceta en el escenario y una faceta bien heavy cuando estás en tu cuarto, cuando estás solo con todo lo que pensás, todas tus frustraciones. La función de la canción era esa: describirme a mí a groso modo, todo lo que envuelve mi vida”.

Caliente

“Es un beat que Omnionn (DJ de Pescozada) me regaló. Es un beat del Omnionn y no lo iba a desperdiciar, por eso va en el disco, para darle su lugar al artista. Cualquier podría decir que la canción es una virgada, pero es una virgada donde estoy diciendo la verdad. Estoy hablando lo mismo que está hablando la tele y cualquiera puede decir «en esa canción te contradecís», pero simplemente yo digo lo mismo que la tele, pero doy a entender que la tele es la culpable.

Hablo de muertos, de estigmas y corrupción y todo lo que el pueblo sabe. Pero el pueblo no quiere entender que es la tele la que nos ha hecho que la gente tenga esta imagen del país. Así, al final, es culpa de los noticieros. Esa era la función: decirle a la gente lo que están acostumbrados a escuchar y en las siguientes canciones ya pegar los punch y decir «esta es la verdad»”.

Isaac

“Es la canción más importante para mí. Yo sabía a lo que me enfrentaba al hacerla. Puede ser la historia de cualquiera. Isaac es un niño real. Muchas de las cosas que digo son palabras de él, que simplemente las ordené y las hice rimar. Isaac me dijo una vez:

«Yo quisiera ser como vos que andás cantando. Hay gente que quiere ser como vos. No te olvidés de ellos».

Desde la primera línea cuando dice «soy hijo de un pandillero que está preso» hay gente que se queda… ¿? Porque vivo en Mariona, porque toda la vida he callejeado, porque tengo una especie de vida de rebelde, la gente me pregunta: «Maje, ¿y esa es tu historia?» o «¿tu papá es marero y está preso?»… Yo les explico que se trata de un niño. Pero lo bueno de esa canción es que todo el que me ha escuchado, me ha dicho que siempre han sido prejuiciosos, pero que la canción los ha hecho reflexionar. Y creo que ese es el sentido del hip hop, que lo que el artista diga, le dejé algo a la gente.

Yo sé que es una canción que no cualquiera va a digerir, pero simplemente es la verdad. Los niños de las colonias marginales no tienen la culpa. Los que tomaron las malas decisiones son sus padres. Ellos no están aquí por culpa del condón. Es porque su destino era estar aquí y depende de la demás sociedad qué decisión tome ese niño. Si la sociedad no margina, no estigmatiza, si da oportunidades, la vida les va cambiar y no serán lo que la gente espera, lo que la «sociedad» los sugestiona a ser”.

Barrio

“El barrio sos vos, el barrio soy yo, el barrio es mi mamá. Yo no podía dejar de usar esa palabra, aunque me lo sugirieron. Mi pensamiento es: si vos no te atrevés a hacer las cosas, van a empeorar. Con pequeños cambios que vos hagás, podés generar cosas más grandes. Cuando a mí me dijeron: «¿Y no te da miedo?», respondí que no. El que escuche la canción, cuando escuché «barrio», se va a timar. Pero cuando se acuerde de su abuelita que vende tortillas; o se acuerde de su sobrino que juega con tacos rotos, va a entender de qué estoy hablando. Cuando le hable de las cosas que pasan y son reales, y son buenas, va a darle el valor a donde vive. Dejará de verlo como un lugar malo, un lugar donde no quiere estar.

Mis vecinos, que ya escucharon la canción, y mis amigos de la colonia, me dicen: «Puya, maje, qué chiva está la rola, porque un montón de ondas que, cabal, la neta que es chivo vivir aquí, pero no lo habíamos visto de esa forma». Entonces, para mí, es una misión cumplida. Yo sabía cuál era mi misión con esa canción y por eso no la abandoné. No se me ocurre una palabra con la que pueda describir al barrio que no sea barrio”.

Perdidos

“Esa es un capricho, pero también es una historia. El disco se trata de historias, mías o de alguien más o que veo. Esa es la historia de cualquiera, porque cuando uno está bicho es bien tonto en el amor y se daña. Pero siempre llega una persona que, por más que te dañés, siempre vas a estar ahí con ella. Es algo que a mí me pasó, una relación enfermiza de: «te amo, te odio, no sé qué es lo que siento». Al final era eso: decir algo del amor, pero sin ser cursi. Es una canción más real sobre el amor, aunque es un amor mal enfocado. Pero es para que la gente reaccione y aprenda a amar y que sepa que la manera en que yo amé —y que cuento en esa canción— no era la manera correcta”.

Fragmentos

“En el disco ya les dije quién soy actualmente. Ya les dije qué es lo que considero que nos tiene así: la tele. Ya les hablé la verdad de los niños y ya les hablé la verdad de los barrios; y ya les hablé del amor. En la última les voy a contar todo el proceso para hablar de esto. Entonces eso es «Fragmentos»: contarles un pedacito de todo lo que yo viví antes de ser Snif, o aún siendo el Snif de antes de este disco. Desde la primera vez que toqué en la (escuela) Soler; la primera vez que toqué con Poesía Clandestina; el primer evento importante que yo tuve; hablar de cosas que me hicieron estar en el freestyle y lo que me hizo abandonarlo; hablar de gente importante para mí en ese tiempo hule; hablar de los proyecto comunitarios; hablar de un rapero muy solidario al que mataron; hablar de ese momento en que decidí si estudiar o hacer esto, aunque yo sé que muchos pueden decir «qué decisión más estúpida». Pero después de dos años, a mí me ha funcionado. Vivo de esto.

La última línea es importantísima para mí:

«El éxodo de abandonar lo que quieren que sea/y la odisea de no saber si al final valdrá la pena/se llena con el respaldo de la gente que pide más/y saber que en algún toque tuve enfrente a mí mamá»”.


[Foto de portada cortesía de Snif]