UEFA Champions League: De los ocho que tenía…

El inicio de esta semana nos trajo la apertura de los cuartos de final de la UEFA Champions League, la mejor competencia futbolística en todo el planeta (con dispensa del mundial, porque sí, soy de la opinión de que el mayor nivel se alcanza en el fútbol de clubes, que supera al fútbol de selecciones).

Ocho equipos quedan vivos y solo la mitad avanzará a semifinales. Aunque, por lo visto en los juegos de ida, habría que decir que siete quedan vivos, seis aún deben pelear por clasificar, el Barcelona FC ya está en semifinales y al Paris Saint Germain (PSG) hay que decirle “gracias por participar”.

Hubo una sorpresa mayúscula con el triunfo en casa del Porto (3-1) sobre el todopoderoso Bayern Munich. Que el equipo portugués haya sacado esa renta en la ida es un batacazo a la lógica, si lo medimos como propone, por ejemplo, el estudio realizado por el observatorio futbolístico del CIES (Centro Internacional de Estudio del Deporte) y publicado el mes pasado por el diario francés Libération.

Según ese estudio, el Bayern Múnich es el tercer principal candidato a ganar la Champions League la presente temporada. ¿El Porto? Es el último en el ranking de candidatos. Dicho estudio valora las siguiente variables:

  • La experiencia del equipo (número de partidos jugados por cada futbolista en Champions, Liga y selección nacional).
  • La estabilidad del equipo (media de jugadores nuevos en el equipo y duración de los contratos de los futbolistas).
  • Potencia económica (de acuerdo al presupuesto del club).

Ese último registro de medición es muy importante. El dinero no lo es todo, pero sí es influyente. Real Madrid, Barcelona, Bayern Munich y PSG  están en otra categoría económica si se les compara con Porto, Atlético de Madrid, Monaco e inclusive la Juventus.

Pero cuando hay talento y esfuerzo un equipo puede unirse para desafiar a los más poderosos y, habiéndose jugado ya los primeros minutos de cada eliminatoria, aún se mantiene latente la posibilidad de ver una repetición del Porto-Monaco en la final. Aunque claro, eso no sería muy del agrado de los patrocinadores de la UCL, ni de las televisoras del planeta, ni de la misma UEFA.

Paso, pues, a detallar algunas de las primeras impresiones que me dejaron las cuatro eliminatorias que han comenzado a jugarse en la UEFA Champions League 2014-2015:

Siete y contando… 

Llegar a la encrucijada y hacer negocios con Lucifer siempre lleva un precio alto. Hay que leer siempre la letra minúscula escondida al final del contrato.

En la final de la Champions del año pasado, el Real Madrid llegó hasta el minuto 93 con el corazón hecho Piolín, siendo derrotado por el vecino incómodo al que por 14 años “buleó” de manera inmisericorde y que había vuelto para cobrársela. Entonces, algún madridista –quizás Tomás Roncero– no pudo soportarlo, corrió a la encrucijada de algún terreno inhóspito en Oklahoma y se puso a negociar con Satanás. Y Satán cumplió, claro que cumplió….

Córner, cabezazo, Ramos, red, extratiempo… pim… pum… pam…

Desde entonces no han vuelto a ver una contra el Atlético de Madrid. Van siete y contando. Siete juegos, siete decepciones. Siete veces que el club campeón del mundo ha salido del campo sintiéndose incapaz de lograr lo que había salido a reclamar por la fuerza que solo da la petulancia del que no admite que se le cuestione. ¡Y menos Simeone!

Esta vez el resultado final en el derby madrileño fue empate a 0-0.

No hubo goles de visita y se consuma así el séptimo desaire consecutivo que “Tyrion Simeone” le escupe al rey del mundo.

Cristiano Ronaldo en su interpretación de Joffrey Baratheon.

Cristiano Ronaldo en su interpretación de Joffrey Baratheon.

Satanás le entregó al Cholo Simeone “el estrangulador”, ese veneno letal que Acelotti ha estado tragando a sorbos un día sí, otro también. Aunque lo visto el martes pasado invite a pensar que para el juego de vuelta se acabará el embrujo.

Apuntes (ya medio en serio):
  • La tarjeta amarilla que obliga a suspender un juego a Mario Suárez podría ser lo mejor que le pudo pasar a Simeone. El contención perdió la guerra del medio campo y permitió que Tony Kroos acaparará una gran cantidad de rebotes. Dicen que el Atlético de Madrid se siente cómodo con el sufrimiento, pero eso es solo poesía de Joaquín Sabina. Si para la vuelta se encierra demasiado y permite que Kroos gane otra vez tantos rebotes (esos abundante balones sucios que la defensa colchonera repele), no va a haber Satán que los proteja.
  • Con James el Madrid gana inventiva, pero pierde practicidad. Para la vuelta más les convendría utilizar a Isco de inicio y guardarse la magia de James para los minutos finales, cuando el cansancio afecte más a los rojiblancos. La BBC es incuestionable (y debe serlo), pero el Madrid necesita de otra válvula que les surta de balones. Solo con Modric no alcanza. Van a necesitar a Isco, un jugador más polivalente que James, quien va mejor en la individual (y tiene más gol), pero no es tan buen asistidor como el malagueño.
  • Ustedes no lo saben, pero Jan Oblak es extraterrestre. Nació en un planeta llamado Kamino, donde le conocen mejor como Boba Fett. Su padre se llama Jango, aunque en el planeta tierra lo conocen mejor como Thibaut Courtois.
  • La vuelta es un partido pintado para Torres, porque bien sabemos lo que va a ocurrir en ese juego del próximo miércoles. El Madrid saldrá como un huracán a comerse al rival y el Atlético buscará bajar el ritmo y contragolpear a la mejor ocasión posible. Entonces, para esas cartas, lo mejor es que la baraja la repartan Fernando Torres y Griezmann, dos apaches disfrazados de hombre blanco.
  • Pronóstico para la vuelta: el Atlético se las ingenia para arrancar un empate a dos goles y Tomás Roncero es contratado para protagonizar la secuela de la película “Stigmata”.

Ni tan buenos, ni tan malos… 

Por las maneras en las que clasificaron ambos, parecía que el duelo entre Juventus y Monaco sería pan comido para el campeón italiano, pero ni ellos son tan buenos, ni los franceses tan malos.

Monaco hizo en la ida lo que mejor sabe hacer de visitante: contragolpear. Y lo hicieron bien, pero esta vez no fueron tan eficaces como en octavos de final, en su visita al Emirates.

Esta vez cayeron 1-0.

El resultado podría ser mucho premio para Juventus, visto cómo batallaron en casa. Que no hayan permitido que les anotaran un gol de visitante es una ventaja tremenda para los dirigidos por Massimiliano Allegri, y quizás demasiado castigo para el Monaco, que volvió a demostrar que les acomoda bien ser vistos como los underdogs del torneo.

Apuntes (medio en serio):
  • El penal #NoFuePenal. Ni siquiera fue falta y, si acaso lo fuera, no fue adentro del área. Morata aplicó el colmillo del fútbol de barrio. Cabalgó con su escolta (Carvalho) y justo en el momento adecuado frenó la marcha para que le arrollaran. Apenas le rozaron. Cosas tan importantes no deberían decidirse por roces tan sutiles, pero la viveza también cuenta.
  • ¡Qué falta le hace Paul Pogba a la Juve! Ir a semifinales sin él es llevar media guerra perdida.
  • Mucho ojo al fútbol que desata Kondogbia en el Monaco. Derroche físico a cantaradas, calidad y buen juicio en las decisiones cuando posee el balón. Por él pasan las opciones de que haya sorpresa en la vuelta en el Louis II.
  • Pronóstico para la vuelta: no intimida esta Juve, pero le alcanzará para definir como definió en octavos contra el Dortmund. Ganarán de visita 2-1 en Monaco.

PSG debería fichar a Dr. House 

No fue así, pero casi. Decir que solo hubo un equipo en la cancha no es tan exagerado, cuando vemos como el Paris Saint Germain se cayó a pedazos para la eliminatoria contra el FC Barcelona.

De poco sirve comprar un Ferrari si lo vas a fulear con gasolina regular. El PSG llegó al juego de ida de la eliminatoria contra el Barça con las ausencias de Ibrahimovic, Verrati (suspendidos) y David Luiz (resentido físicamente). Para colmo de males, pronto perdieron a su mejor defensa: Thiago Silva.

El Barcelona no suele desperdiciar esas invitaciones a darse un festín, y más cuando el comensal principal es la versión uruguaya de Hannibal Lecter.

El 3-1 como visitante obliga ahora al grupo qatarí a contratar a contratar a Tom Cruise (para la misión imposible), comprar a los árbitros, y quizás hasta contratar a Dr. House para encontrarle solución al hospital andante que se pasea por Paris.

Aún así, no hay manera.

Apuntes (medio en serio)
  • A pesar de que recuperan a Ibra y Verrati para la vuelta, y a pesar de que Matuidi es un extraordinario futbolista, el Barcelona tiene demasiadas armas y no veo manera posible en la que el PSG asalte el Camp Noy, anoté tres goles y no reciba ninguno (o solo uno, para ir al alargue). Está eliminatoria está más que decidida. Ni la Sala de lo Constitucial salvadoreña puede salvarla ya.
  • Buena parte de la culpa la tiene Maxwell, el lateral izquierdo del PSG y pareciera que no muchos se dieron cuenta de esto. Sí, las imágenes hacen lucir muy mal a David Luiz por haberse comido dos caños de Luis Suárez, pero esas son cosas de habilidades, no de falta a los fundamentos. En el primer gol, por ejemplo, Neymar le marca el pase a Messi y toda la línea defensiva del PSG sale, excepto Maxwell, quien queda flotando y elimina así la posibilidad de offside. Y en el segundo gol, Suárez regatea a varios jugadores, entra al área y se esperaba que el cierre de Maxwell cortara el avance, pero el lateral brasileño perdió impunemente la lucha cuerpo a cuerpo y Suárez le ganó el mandado.
  • De nuevo hubo una exhibición de Javier Masherano. El mejor reflejo del corazón con el que juega este tipo volvió a retratarse en una de sus recuperaciones in extremis, como las que hizo en el pasado mundial. En el minuto 28, el Barça durmió la siesta en una transición defensiva y el PSG tuvo una oportunidad con Cavani, pero este se vio demasiado lento y Mascherano, demasiado animal salvaje. Ahí se fueron las pocas opciones que realmente tuvo el equipo francés.
  • Montoya lo hizo bastante bien en el lateral derecho catalán. Los culés no extrañaron demasiado a Dani Alves.
  • Pronóstico para la vuelta: 6/0 -6/0-6/0, en sets corridos. Y Joan Manuel Serrat cree que hay dios.

Una de esas noches…

A veces basta un par de minutos para entender que esa no va a ser tu noche. El Bayern Munich lo comprendió rápidamente en su visita al Estadio Do Dragao.

Hay veces que la cosa pinta tan mal que hasta los infalibles bajan a la tierra y manipulan kriptonita. Por ejemplo, Xabi Alonso, un sultán del medio campo en la historia del fútbol. Ayer parecía andar de goma y temblaba ante la presión que los atacantes del Porto le hacían en terrenos donde perder un balón es jugar ruleta rusa con la cámara llena. Y tres balas sí se activaron (3-1).

El estilo Pep depende en buena parte de tener una salida limpia desde su defensa. Sin eso, no hay tiki-taken. Es el A para llegar a la Z.

Pues ayer el Bayern se suicidó defensivamente en dos ocasiones y permitió que el Porto le anotara dos goles madrugadores que se sintieron como ganchos a la quijada que dejaron groggy al campeón alemán por un buen rato. Primero Xabi Alonso, luego Dante. Ambos fallaron. Falló hasta el árbitro (el español Velasco Carballo), aunque a su beneficio, porque debió expulsar a Manuel Neuer en la jugada que propició el penal del primer gol portugués, y no lo hizo.

Parece una constancia en Guardiola: grandes equipos ofensivos que son poco fiables en la otra faceta del juego, la menos vistosa, la que menos vende.

Ahora la eliminatoria luce de buena cara al equipo dirigido por Lopetegui, que deberá estudiar porqué el Shakhtar se desplomó en la visita al Allianz Arena en los octavos de final. Esa vez el Bayern jugó con el rombo del 4-4-2 que vuelve decisivo (e imperante) que jugadores como Lewandowski, Müller y Götze invadan el área rival.

Pero el Porto es mucho más eficiente que el Shakhtar y con un solo gol de visita obliga al Bayern a anotar tres para apenas obligar a una prórroga. Y cuenta con Jackson Martínez, una pantera que va por la vida disfrazada de futbolista. Es cuestión que él tenga el balón y que el Bayern comience a temblar. Un abuso. Sánchez Cerén lo acusaría de #GuerraPsicológica.

No es lo mismo cuando el rival visita tu casa con una eliminatoria abierta a cuando llega sabiendo que el pase depende de su eficiencia defensiva. Y Danilo, Maicon, Martins Indi y Alex Sandro han demostrado que están a la altura de la tarea.

Pinta muy negro para el campeón alemán (y único representante teutón que queda vivo).

Apuntes (medio en serio)
  • Ricardo Quaresma se llevó los titulares por el doblete anotado, pero el verdadero miedo lo inyecta Jackson Martínez, un delantero que está llamado a grandes cosas y que tiene a toda la afición del Porto preguntando: Quem é Radamel?
  • Thiago Alcántara no solo fue el anotador del gol. Fue el mejor futbolista del Bayern. Jugó tan bien que lo justo era que le pasaran una camiseta blaquiazul, para no desentonar. Van a necesitar que mantenga el nivel para la vuelta.
  • ¿Qué pasará en el Bayern si caen en esta ronda? ¿Habrá más paciencia para Guardiola? Porque, al fin de cuentas, abusar de la liga local es algo que vienen haciendo desde hace mucho tiempo, con otros entrenadores menos… Ehhh.. Digamos, “populares”. Pep llegó para algo más que eso. Llegó para hacer trascender al equipo a un lugar dorado en la historia y, después del descalabro del año pasado contra el Madrid, ahora un desenlace triste ante un rival en apariencia pálido, sería una mala mueca de burla del cinismo sobre la poesía.
  • ¿Ver de menos al Porto? Tremendo error. ¿Menospreciarlos? Garantía de castigo merecido. Este equipo va invicto en esta UCL. Ha jugado 9 partidos. 6 victorias, 3 empates. En casa no hace otra cosa más que ganar. ¿Seguirán viéndolos de menos?
*Foto de portada tomada de Flickr (con licencia Creative Commons).

 

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