Hernández acaricia el triunfo y Honduras se prepara para el caos

El Tribunal Electoral contó las últimas actas electorales. Lo hizo, en soledad, frente a los observadores internacionales. El partido Libre nunca acudió a verificar el proceso y el Partido Nacional se retiró a última hora. La ventaja de más de 46 mil votos de Hernández sobre Nasralla era insuperable con las actas que faltaban. La diferencia incluso se amplió más. Los organismos internacionales recomiendan atender las exigencias de Libre. Abogan por cualquier solución que calme las ansiedades. Que aleje la amenaza de que Honduras pueda hundirse más en la violencia. Los seguidores de la oposición hacen su demostración de poder en las calles. Dan cacerolazos por las noches durante horas. Así burlan el toque de queda que decretó el gobierno de Juan Orlando Hernández, que sigue sin aparecer públicamente. Miles marcharon este domingo en varios departamentos. En Tegucigalpa, aclaman a Salvador Nasralla como su presidente y no se cansan de gritar “Fuera JOH”. 

Foto FACTUM/Fernando Romero


Tegucigalpa, Honduras. El Tribunal Electoral le dio la victoria al presidente Juan Orlando Hernández. Las actas con inconsistencias que quedaban para hacerles examen especial fueron escrutadas desde ayer por la noche hasta este lunes 4 de diciembre por la mañana. El conteo llegó al cien por ciento. Y como dijo el presidente del tribunal, David Matamoros Batson, con el fin del escrutinio los hondureños ahora pueden ver qué candidato obtuvo más votos y, en efecto, quién será su presidente en los próximos cuatro años.

El anuncio oficial aún espera. Matamoros Batson informó que la declaratoria del ganador de la presidencial hondureña se hará junto a la de las corporaciones municipales y de las 128 diputaciones. El presidente del tribunal dijo en una conferencia de prensa a primera hora de este lunes, con la intención de garantizar un proceso transparente, que estas elecciones generales de 2017 han sido “las más observadas en la historia” de Honduras. Pero la atención especial que ha tenido el escrutinio del tribunal hondureño se debe en todo caso a una falta de transparencia que le señala la oposición.

El tribunal tardó más de una semana en terminar el conteo de votos de la elección presidencial. La tardanza sin justificación, sumada a un listado de anomalías que fueron denunciadas por el partido de oposición, Libre, generaron descrédito para la autoridad electoral. Interrupciones en el conteo desde el domingo de la elección y una caída del sistema de contabilización el miércoles pasado -con una repentina subida de votos de Hernández- han sido los señalamientos más graves por parte de Libre y su candidato, Salvador Nasralla.

La desconfianza sobre el tribunal llevó a Libre a desistir de participar en la verificación de un poco más de mil actas con inconsistencias. Este domingo, a última hora, el Partido Nacional de Hernández se retiró del conteo. Ricardo Álvarez, designado presidencial y candidato a la reelección en ese mismo cargo, dijo que su partido tomó la decisión de no participar en el examen especial porque la oposición no estaba presente. “Nos retiramos para que no diga la Alianza (de Oposición) que influenciamos el resultado”, dijo a la prensa hondureña.

Pero los más de 46 mil votos de diferencia entre Hernández y Nasralla, con las más de mil actas por contar, eran insuperables desde un principio. De hecho, a las 7 de la mañana de este lunes 4 de diciembre, la ventaja de Hernández creció más de 52 mil votos sobre Nasralla, cuando solo quedaban ocho actas por examinar.

Los reclamos de la oposición tienen su origen desde el domingo de la elección. El tribunal paró de contar votos y Matamoros Batson adujo que no tenía más actas que contar. Tenía que esperar a que llegaran los paquetes electorales desde los departamentos más lejanos. En ese momento, el escrutinio tenía un avance del 57 por ciento y Nasralla aventajaba a Hernández por cinco puntos.
El conteo se reanudó la semana siguiente. Las actas lejanas de las que habló el presidente del tribunal empezaron a llegar y, de forma súbita, Hernández empezó a ganar terreno. Hacia finales de la semana, Hernández sobrepasó a Nasralla. La oposición reclamó fraude desde entonces y sus seguidores decidieron salir a las calles para protestar contra el tribunal y contra el presidente.

La OEA recomienda un recuento más amplio

La Alianza de Oposición, en la que participa el partido Libre, exigió que el tribunal haga un recuento de las actas que faltaban justo en el momento en que se interrumpió el conteo el domingo de elecciones. Es decir, cuando Nasralla tenía ventaja sobre Hernández. Libre pidió que ese recuento se haga no solo en contraste con las actas que tiene en su poder el partido, sino con las actas de uno de un nuevo aliado: el Partido Liberal. El Liberal fue el contrincante político tradicional del Partido Nacional en Honduras, hasta hace unos años.

La propuesta de los opositores encontró eco en la Organización de Estados Americanos (OEA). La misión de observadores de la OEA emitió un comunicado de prensa este domingo pasado en el que sugiere que se preste atención a la iniciativa de la Alianza de Oposición. Para la misión, que se haya acabado de contar el cien por ciento de las actas no debe ser definitorio en esta elección presidencial hondureña.

“Queremos dejar claro que el proceso no se agota con el escrutinio especial. Son atendibles las peticiones que ha planteado la oposición en relación a la revisión de las 5,200 actas que no formaron parte de las transmitidas la noche de la elección”, dice el comunicado de los observadores.

Nasralla pidió esa revisión toda la semana. El TSE respondió que solo quedaba procesar las actas con inconsistencias. La falta de encuentro en las posturas ha generado más tensión política. El candidato cree que ahora con la recomendación de la OEA el tribunal sí preste atención a las exigencias.

Matamoros Batson dijo este lunes que se reunió con el expresidente Manuel Zelaya -dirigente de Libre y coordinador de la Alianza- y su equipo técnico. El presidente del tribunal aseguró que les hizo saber su compromiso de “despejar algunas de sus dudas” al final del escrutinio del total de actas electorales.

El candidato de la oposición dijo este domingo que pidió al tribunal la copia de las actas electorales que llegaron después del día de la elección. Nasralla reclamó ante miles de seguidores que participaron en una marcha en Tegucigalpa -que duró más de cinco horas y que recorrió varios bulevares de la capital- que el tribunal le entregó hojas de Excel con datos, pero no la copia de las actas: “No quieren mostrar las actas que se están robando y que las Fuerzas Armadas están defendiendo”. Sus seguidores lo aplaudieron.

La gran marcha

La oposición hondureña marchó este domingo pasado sobre Tegucigalpa y San Pedro Sula. Miles de seguidores conglomerados en la candidatura de Nasralla desfilaron por las calles. En la capital, la manifestación recorrió varios kilómetros en el bulevar Suyapa, desde el hospital Materno Infantil hasta la incorporación al anillo periférico. Se desvió más adelante hacia la CA-6, hasta llegar al Instituto de Formación Profesional, en donde se resguardan las actas electorales.

En la protesta participaron militantes de los partidos de la Alianza de Oposición y familias que apoyan la candidatura de Nasralla. Había ancianos y niños.

La marcha se detuvo en las cercanías del instituto ante un cerco de policías militares. Para proteger las actas, las autoridades tenían cuatro anillos de seguridad para contrarrestar cualquier avance de los protestantes. El primer anillo tenía agentes antimotines de la Policía Militar. Atrás de ellos estaba formado un grupo de soldados con fusiles y un grupo de policías nacionales con lanzagases.

Más atrás, se apostaba otro cordón de antimotines de la Policía Militar. El anillo final era una serie de barricadas con policías militares con escudos y armados con fusiles. Los refuerzos eran dos carros armados antimotines que estaban aparcados entre los anillos de seguridad. Un grupo de observadores internacionales de derechos humanos ejerció presión para que los agentes se contuvieran y dejaran que los ciudadanos se manifestaran.

Nasralla llegó a la manifestación y dio su discurso. Llamó a que los capitalinos se sigan organizando para manifestarse. Las marchas van a continuar en Honduras. También los cacerolazos desde las casas, durante las horas del toque de queda, hasta que logren que el tribunal recuente las 5,200 actas, en contraste con las de los demás partidos políticos.

La violencia también va a continuar. Al asesinato de Kimberly Dayana Fonseca -la chica de 19 años que la Policía Militar mató a tiros en Tegucigalpa durante el inicio del toque de queda el fin de semana pasado- le siguieron las muertes de dos policías este domingo pasado por la noche en Olancho.

La versión de las autoridades cuenta que una camioneta gris transitaba sobre la aldea Río Tinto, de Catamacas, durante el toque de queda. Los agentes patrullaban la calle y le ordenaron al conductor que se detuviera. Los policías recibieron disparos de quienes viajaban en el vehículo y quedaron muertos en el lugar.

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