En El Salvador, como en la mayoría de países de Latinoamérica, existe una amplia diversidad formas de trabajo, pero en sí, el fin es el mismo: la producción de bienes y servicios que satisfacen las necesidades humanas.
Todas las tareas que implican la ejecución de una labor son realizadas con manos tan diversas como las formas de trabajo que hay en el mundo, manos con las cuales hombres y mujeres realizan actividades para obtener sus medios de subsistencia o bien llevarlos a manos de los suyos.
PIE DE FOTOS:
- FOTO 1: María Santo, 76 años, lleva 13 o 15 años trabajando en la calle, vendiendo aritos y colas. Padece de una infección en su cara producto de un mal procedimiento odontológico. Más allá de eso, menciona que su principal miedo es que la lleguen a desalojar del lugar donde se encuentra.
- FOTO 2: Oscar Serrano tiene 26 años, de los cuales ocho los ha dedicado a la realización de pulseras y collares con plata peruana e hilo encerado. Menciona que su trabajo se ha profesionalizado por el bagaje que ha tenido con “parcheros” de otros países, lo que según él posibilita en algunas ocasiones que la gente pueda pagar hasta $100 por un encargo.
- FOTO 3: Eduardo Borja es carpintero, tiene 64 años. Ejercer este oficio le enorgullece “por ser el trabajo del papá de Jesús”, agrega.
- FOTO 4: A Juan de Dios Vásquez no le gusta decir su edad, pero dice que tiene más de diez años de hacer trabajos de albañilería. Para él, que dice ser “estudiado”, esta es una forma de rebuscarse, porque no hay oportunidad en otra cosa.
- FOTO 5: Evelyn Gutiérrez tiene 27. Es artista plástica independiente, con opción escultura. Prepara una pieza que representa a la mujer en sinergia con la grandeza y fuerza del mar y sus olas.
- FOTO 6: A sus 67 años, Ricardo García trabaja en obra de banco desde hace mas de 20 años. Formó parte del proceso revolucionario salvadoreño en San Antonio Abad, lugar donde aún reside.
- FOTO 7: Edwin Quintanilla tiene 35 años y es mecánico desde hace 14. Luego de independizarse, puso un taller. Se queja de la falta de profesionalismo y la ausencia de instituciones de enseñanza del oficio.
- FOTO 8: José Delgado es barbero. Menciona que a pesar del tiempo es un oficio que no se pierde.
- FOTO 9: Nelson Guadrón tiene 31 años. Es radio-técnico y realiza reparaciones de diversos artefactos electrónicos de manera independiente debido a la falta de oportunidades en las empresas o lo inalcanzable de los requisitos laborales en un país con bajo nivel de educación tecnológica.
- FOTO 10: Julio Chávez es “El Payaso Gusanito”. Vende figuras de globos en las afueras del Hospital de Niños Benjamín Bloom y conoce a la perfección el contexto mediático. Dice que ver noticias es una de sus grandes aficiones, se autodenomina un periodista frustrado. Por las tardes baja al centro de San Salvador a jugar dominó. En la noche llega a su casa a inflar globos con una bomba de aire que se ganó en una rifa y que después de 35 años aun le ampolla la mano.
- FOTO 11: Julián Henríquez realiza artesanías con un bambú especial que dice cosechar en el patio de su casa. Menciona que, a pesar de las adversidades, siempre hay que hacer lo posible por generar ingresos. “El trabajo es la fuente de vida, sin trabajo no se come”, agrega.
- FOTO 12: Óscar Escobar vende flores en un semáforo de San Salvador. Menciona que después de mucho tiempo de andar robando se cansó y tomo la decisión de darle tranquilidad a su compañera de vida y a sus hijos. “Es un trabajo que, si bien no genera grandes ingresos, me permite dormir tranquilo, abrazadito de mi mujer y mis niños”, sostiene.
- FOTO 13: Janeth Méndez es panificadora. Aprendió el oficio por necesidad, además del apoyo que le ofrecieron en su anterior empleo. Después de un tiempo pudo ahorrar para poner una pequeña panadería. Ella realiza el pan de su negocio todas las mañanas tomando café gourmet salvadoreño, al que agrega clavos de olor y canela, mientras escucha rock latinoamericano de los 80´s y 90´s.
- FOTO 14: Alexis es un artista escénico originario de Francia. Realiza malabares girando dentro de un aro grande ante la mirada de un público con permanencia reducida en los semáforos de San Salvador.
- FOTO 15: Saúl Bonilla trabaja en serigrafía desde hace más de 30 años. Inició como dibujante, pero aprendió observando a las demás personas. Actualmente organiza cursos de capacitación para personas de escasos recursos económicos, pero con deseos de aprender.
- FOTO 16: Alfonso Antonio (alias “Pajilla”) es un artista que ha dedicado más de 20 años de su vida a la realización y perfeccionamiento de la técnica del tatuaje en el país. Es jefe de hogar y propietario de un estudio de tattoo llamado “Custom Ink”. Por ironías de la vida, al “Pajilla” le diagnosticaron psoriasis, que es una enfermedad crónica (no contagiosa) que afecta su piel, pero esto no ha afectado su convivencia social y ser respetado y reconocido por su profesionalismo.
- FOTO 17: Un miembro de la Policía Nacional Civil (PNC) sostiene su arma enfundada, misma que sin la protección de su mano se caería debido a que el mozote ha dejado de pegar.
- FOTO 18: El médico veterinario Roberto Méndez sostiene la cabeza de un perro raza chow chow y que fue abandonado en la clínica donde trabaja. Menciona que el abandono de mascotas en las clínicas veterinarias es una actividad recurrente cuando los dueños ya no quieren a sus mascotas.
- FOTO 19: Una joven de 14 años muestra los implementos con los que se dedica a trabajar limpiando parabrisas en un semáforo de San Salvador. Menciona que cuando no aguanta el dolor de cabeza provocado por el sol, no va a estudiar. Actualmente cursa 6° grado y tiene pocas esperanzas de pasar el año.
- FOTO 20: “Luisito” tiene 17 años. Es originario de Tegucigalpa, Honduras. Salió de su país expulsado por la violencia pandilleril y por los maltratos en su hogar. “Me vine para aquí porque si me quedaba allá me iba a matar los mareros o mi padrastro. Además, aunque es igual de peligroso aquí, nadie me conoce. Nadie me quiere matar”, agrega.
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