El romance de Franco de Vita resiste al tiempo

Los fans salvadoreños recibieron a Franco de Vita y su “Libre Tour” este pasado viernes 17 de noviembre en el anfiteatro de CIFCO. El romance de su música se extendió a lo largo de un concierto que duró casi dos horas, que tuvo invitados especiales y que contó con una banda talentosa y enérgica.

Fotos FACTUM/Gerson Nájera


Cuando uno de mis amigos me preguntó qué haría el viernes, le comenté que había planeado asistir al concierto de Franco de Vita. Él me contestó —a carcajadas— que “iría a cortarme las venas”. Comentarios parecidos me dijeron otros amigos, y ahora, después de haber presenciado el espectáculo del venezolano, con firmeza puedo decir que si alguien se deprimió o aburrió en ese concierto, es porque tiene muy mal humor.

Durante una hora, los asistentes escucharon las participaciones de tres artistas nacionales con géneros musicales diferentes: Aisha, Luzma Andrade y Víctor Emmanuelle. Ellos se encargaron de  anunciar la presencia de Franco de Vita en CIFCO.

Unos minutos después de las diez de la noche, el escenario volvió a encenderse, los músicos salieron y mientras el humo se disolvía, la figura de Franco apareció en el escenario. El show comenzó. “¡Buenas noches, San Salvador!”, fue el saludo del cantautor, compositor, músico y productor musical, quien dio la bienvenida al público que ya entonaba las primeras estrofas de “Libre”, tema insigne de su tour.

“En mi país no hay cómo vivir”

“La libertad nadie nos la puede quitar, hay que luchar por ella. La libertad es un derecho, no se compra. Nos están coartando nuestra libertad, como lo que está pasando en mi país”, decía Franco, haciendo referencia a la situación política de su país, Venezuela. El artista no esperó por demasiados protocolos. Este mensaje contundente apenas llegó luego de terminar su primera canción de la noche. De Vita incluso pidió el apoyo del pueblo salvadoreño:

“No se olviden de Venezuela. Si tienen posibilidad de hablar de la situación de Venezuela, no dejen de hacerlo”.

Luego agradeció además que El Salvador abra sus puertas a la comunidad venezolana, haciendo referencia a las banderas de ese país que hacían ondear sus compatriotas en medio del público: “Gracias por abrirle las puertas a mis paisanos, por darles un espacio de su tierra, porque en mi país no hay cómo vivir”, fueron sus palabras.

Franco de Vita, Libre Tour 2017, San Salvador.

Los invitados

Marta Elena Patiño es una abogada cuya experiencia musical comenzó en Ópera de El Salvador (Opes). Istmo Producciones realizó una dinámica para que una salvadoreña tuviera la oportunidad de subir al escenario y pudiera interpretar uno de los éxitos junto a Franco de Vita. Marta fue la ganadora.

“He crecido escuchando tu música. Estoy muy emocionada y contenta, y te pienso siempre”. Esa fue la frase con la que Marta agradeció a Franco la oportunidad. Acompañados del piano, interpretaron juntos el tema “Te pienso sin querer”. Los aplausos del público sonaron justo después de que la salvadoreña terminara su primera estrofa. El orgullo nacional fue más notorio cuando el cantautor venezolano reconoció, en son de broma, el talento de Marta. “Menos mal que no se dedica a esto, porque nos sacas a todos del medio”, expresó de Vita.

El mexicano Samo —ex integrante de Camila— y la colombiana Fanny Lu también subieron al escenario. Samo interpretó (a solas) la canción “¿De qué me sirve la vida?”; mientras que Fanny Lu interpretó “No te pido flores”. Ambos tuvieron que “pagar con música” la invitación de De Vita y lo hicieron cantando junto a él la canción “Si la ves”, que unió las voces de Samo y Vita; mientras que para el turno de Fanny Lu interpretaron juntos “Tan solo tú”.

Además, Carlos Rivera, ganador de la tercera generación de La Academia, hizo su aparición en el escenario a través de las pantallas.

El popurrí

¿Cómo se puede resumir tantos años de trayectoria en un concierto? Con un popurrí, pues, como dijo Franco de Vita: “cuando uno va a un concierto espera que el artista cante todas las canciones”. Y así fue en la noche del “Libre Tour”.

Canciones como “No se olvida”, “Será”, “Tengo”, “Contra vientos y mareas” y “Solo importas tú” formaron parte del popurrí, que fue acompañado por la energía del público y la de su banda. Tanta fue la emoción, que la gente poco a poco fue dejando sus sillas y acercándose al escenario, con lo que Franco de Vita no dudó en posar para las selfies de las fans, sin dejar de cantar.

Franco de Vita, Libre Tour 2017, San Salvador.

La banda

En un concierto usual, el protagonismo es compartido, pero también es claro que la mayor parte recae siempre en el artista principal. Franco, a diferencia de otras celebridades consagradas, gusta de compartir el protagonismo con todos los miembros de su banda. Veinte minutos del concierto fueron para presentar el talento de cada músico que le acompaña. Desde el guitarrista hasta el baterista. Todos tuvieron su momento donde demostraron al público sus habilidades, y en algunos casos, como el de José Gregorio, el baterista, mostrar más de un talento: cantar, bailar y tocar su instrumento.

Franco de Vita agradeció el “cariño a lo largo de todos estos años” de trayectoria. Esa trayectoria tan grande que no solo llega a adultos, sino también a jóvenes. Durante casi dos horas, los salvadoreños bailaron y cantaron junto al “Emperador de la música latina”. Fue un concierto en donde quedó en evidencia la fidelidad del público salvadoreño, que hizo de nuevo un espacio en su agenda para recibir al artista que en el mes de septiembre pospuso el concierto que tenía programado en nuestro país.

Ya para el final, tras un pequeño receso, el público recibió de nuevo a Franco de Vita en el escenario, quien se despediría con dos de sus grandes éxitos: “Un buen perdedor” y “No basta”.

Finalizado el concierto, me quedó la impresión de que el romance del venezolano sigue vigente, aunque pasen los años.

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