El capo que tiembla

La Fiscalía sostiene que la red de José Adán Salazar Umaña, “Chepe Diablo”, ha lavado más de $215 millones a través de un centenar de empresas, entre las que se encuentra la sociedad que el designado capo del narcotráfico creó con el actual vicepresidente salvadoreño Óscar Ortiz. La Fiscalía también apuntó que la empresa Gumarsal ha tenido un incremento patrimonial injustificado de más de $170 millones, y que parte del capital de la red de “Chepe Diablo”, el señalado jefe del Cartel de Texis, ha salido a Panamá a través de un conglomerado de empresas OffShore. 

Foto FACTUM/Cortesía PNC


Un tumulto de periodistas se abalanza sobre un hombre bajito que camina esposado por los jardines del cuartel central de la Policía Nacional Civil. Abrumado por las cámaras y los micrófonos que apuntan a su cara, el hombre escucha en silencio las decenas de preguntas que le lanzan al mismo tiempo. Su frente suda, sus manos tiemblan y en su cara se esboza un amago de sonrisa que más se parece al miedo. Este hombre no es cualquiera. Su nombre es José Adán Salazar Umaña, el único salvadoreño señalado como capo internacional de la droga por los Estados Unidos.

“Chepe Diablo”, como es mejor conocido Salazar Umaña, fue detenido el 4 de abril, acusado por la Fiscalía General de la República de liderar una de las estructuras de lavado de dinero más grandes de El Salvador. Este hombre, que desde el año 2000 aparece señalado en informes de inteligencia policial como líder y fundador del denominado Cártel de Texis, se había mantenido lejos de los procesos penales. Hasta hoy.

Ahora, a más de 24 horas después de su captura, el director de la PNC, Howard Cotto, decidió exponerlo ante los medios de comunicación al mismo tiempo que dio una conferencia de prensa para hablar sobre el caso. “Chepe Diablo” suda y evita con la mirada los lentes que le apuntan a la cara. Escucha decenas de preguntas al mismo tiempo y se protege en el hombro de un policía enorme que viste un chaleco antibalas y un casco de hierro. Pega sus manos temblorosas al cuerpo. Se acomoda las esposas.

La captura de Salazar Umaña, junto a su esposa (Sara Paz Martínez), su hija (Susana Salazar de Cruz) y la expareja de uno de sus socios (Romelia Guerra Argueta) es, a palabras de la policía, todo un logro. De acuerdo con las acusaciones de la Fiscalía, “Chepe Diablo” y sus cómplices lavaron más de $215 millones de dólares probablemente provenientes del narcotráfico. Entre los acusados también se encuentra el actual alcalde de Metapán por el PCN, Juan Umaña Samayoa; su hijo Wilfredo Guerra Umaña; el hijo de “Chepe Diablo”, José Adán Salazar Martínez; la esposa de Wilfredo Guerra, Tránsito Ruth Mira de Guerra; y la esposa de Juan Umaña Samayoa, Mirian Haydee Salazar. Estos cinco últimos todavía están prófugos.

El megaoperativo realizado por la policía en coordinación con la Fiscalía inició en horas de la madrugada del día martes. Este incluyó un total de 66 allanamientos en 47 lugares diferentes del país y nueve órdenes de capturas de las cuales solo se pudieron concretar cuatro: la de Salazar Umaña, dos de sus familiares inmediatos, y la de Romelia Guerra, expareja de su socio Juan Umaña.

Aunque los señalamientos que vinculan a “Chepe Diablo “con el narcotráfico son abundantes, la Fiscalía salvadoreña no se ha atrevido a acusarlo de ese delito sino únicamente de lavado de dinero; sin embargo, el fiscal general Douglas Meléndez dejó ver este miércoles, durante una conferencia de prensa, que hay probabilidades de que el dinero blanqueado provenga de la narcoactividad.

Según la investigación fiscal, Salazar Umaña y sus cómplices, utilizaron más de cien empresas para lavar dinero, entre ellas Agroindustrias Gumarsal S.A. de C.V. y Hoteles de El Salvador, por medio de las cuales habrían blanqueado más de $177 millones.

La atención se centra particularmente en Gumarsal, comercializadora de granos básicos, a la que señalan de haber lavado más de $170 millones entre 2003 y 2015. Gumarsal es dirigida por Wilfredo Guerra Samayoa, también presidente del Isidro Metapán, uno de los equipos más ganadores de la primera división del fútbol salvadoreño en los últimos diez años. Tanto el alcalde Umaña, como su esposa y el propio “Chepe Diablo”, han figurado en las juntas directivas de Gumarsal en los últimos quince años, según información del Centro Nacional de Registros.

El vicepresidente salpicado

De acuerdo con el fiscal general, de las más de cien empresas utilizadas, la Unidad de Investigación Financiera (UIF) ha centrado su investigación en 26 de estas, entre las que figura Desarrollos Montecristo, una sociedad fundada en el año 2000 por “Chepe Diablo” y el ahora vicepresidente de la República Óscar Ortiz.

Este último punto se ha puesto en la palestra después de que, en el año 2016, una publicación de El Faro revelara la relación comercial entre Ortiz y “Chepe Diablo”. Para entonces, el ahora vicemandatario salió al paso y defendió la relación comercial alegando que, aunque señalado por Estados Unidos como capo de la droga, Salazar Umaña no tenía ningún problema con la ley en El Salvador.

El pasado martes, horas después de la captura de “Chepe Diablo”, el fiscal general confirmó que Desarrollos Montecristo estaba vinculada al caso. Un día después, Meléndez añadió que, aunque la investigación continua, se han encontrado suficientes indicios para señalar que estas sociedades, entre las que está Desarrollos Montecristo, sirvieron a “Chepe Diablo” para lavar dinero.

La Fiscalía sostiene que el incremento patrimonial no justificado de Salazar Umaña asciende a $4.7 millones.

De acuerdo con la Fiscalía, la estructura de Salazar Umaña utilizó varios métodos para blanquear capitales, entre ellos la compra y venta de terrenos a precios sobrevaluados y subvaluados, una práctica común en el lavado.

Sobre la vinculación del vicepresidente con este caso, el fiscal intentó tomar distancia diciendo que “las explicaciones van por dos vías”, una que debería dar el mismo Ortiz y otra que le corresponde a la Fiscalía.

Desarrollos Montecristo, según el fiscal, “ha tenido alguna actividad. Sí tuvo venta de bienes, no obstante, al Ministerio de Hacienda declaró cero en todos los años. No obstante que sí tuvo actividad de venta de activos”. Esta información contradice la postura del vicepresidente, quien ha salido al paso de los señalamientos alegando que la sociedad ya no está activa. De hecho, el CNR confirmó este miércoles que la sociedad no ha sido disuelta, es decir, que Ortiz y Salazar Umaña siguen siendo socios.

“Hasta donde hemos examinado, hubo transacciones sobre tres inmuebles que final quedaron en propiedad del señor vicepresidente. Hemos encontrado que al final de esas transacciones arrojan pérdidas por $77,857 dólares. Ese es un elemento que, por supuesto, llama la atención y que hay que examinar”, dijo el fiscal general.

La investigación que había muerto

“Chepe Diablo” ha sido señalado desde el año 2000 en al menos tres informes policiales como presunto líder de la organización criminal llamada el Cártel de Texis en la que participan políticos, policías y jueces. Esta organización, según publicaciones periodísticas, es la responsable de mover cientos de kilos de cocaína por El Salvador hasta Guatemala y México.

Agentes de la Unidad Especializada de la PNC presentaron a José Adán Salazar, apodado “Chepe Diablo”, el 5 de Abril de 2017, en el Cuartel Central de la Policía Nacional Civil en San Salvador, El Salvador. Salazar fue detenido por el cargo de Lavado de Dinero.
Foto FACTUM/Oficina de Prensa PNC El Salvador

Sin embargo, el nombre de Salazar Umaña se había mantenido casi intacto. Fue solo en el año 2014 cuando “Chepe Diablo” fue procesado por el delito de evasión de impuestos, impase que terminó solventando con un pago millonario que realizó en efectivo.

En abril del 2016, el fiscal general confirmó que el caso contra “Chepe Diablo” había sido “engavetado” por la administración del exfiscal Luis Martínez, información que Factum había reportado con anterioridad en diversas publicaciones.

De acuerdo con el fiscal Meléndez, la administración Martínez permitió que la información recopilada en los allanamientos a las empresas vinculadas a “Chepe Diablo” en 2014 saliera de los tribunales sin el debido resguardo. Tanto así que, según dijo el funcionario este miércoles, mucha de esa documentación volvió a manos de los ahora imputados.

“Nosotros ahora estamos investigando casos paradigmáticos que a lo mejor otras administraciones no habían investigado”, dijo el fiscal general, destacando el trabajo del nuevo Grupo Contra la Impunidad, creado al interior de la Fiscalía para combatir casos representativos.

Además de reactivar la investigación contra “Chepe Diablo”, el fiscal aseguró que ordenó una investigación interna para “deducir responsabilidades” con quienes permitieron que el caso quedara en el abandono y que la información se perdiera. Según el fiscal, durante la pasada investigación “era tan evidente, con todos los cientos y miles de documentos que se tenían incautados, era evidente que había lavado de fondos”, pero no se investigó.

Capital hacia empresas OffShore

De acuerdo con la fiscalía, los métodos de lavado de dinero que utilizó la estructura liderada por “Chepe Diablo” son variados, entre los que destacan el cambio de precios de bienes inmuebles, como los que se le atribuyen a la sociedad Desarrollos Montecristo; sin embargo, otros movimientos sospechosos como la transacción de dinero hacia un conglomerado de empresas OffShore están bajo la lupa.

“A raíz de estos allanamientos que hemos realizados hemos encontrado que se ha creado un holding en Panamá de varias empresas (y hemos detectado) que están moviéndose fondos de El Salvador a estas empresas OffShore en Panamá. Son varias así es que vamos a tener que investigar también sobre esto”, dijo Meléndez.

Lea también:

Óscar Ortiz sigue siendo socio de “Chepe Diablo” en Desarrollos Montecristo

“Chepe Diablo” está preso y Fiscalía investiga la sociedad que hizo con el vicepresidente Ortiz

¿TE HA GUSTADO EL ARTÍCULO?

Suscríbete al boletín y recibe cada semana los contenidos en tu email.