Condado de Florida pide incautar aviones de Enrique Rais tras detectar rastros de narcóticos

La Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos, la DEA, y detectives de un condado de Florida intervinieron tres aviones y un helicóptero propiedad de compañías relacionadas al empresario salvadoreño, entre el 10 y el 15 de marzo de 2016. Dos perros antinarcóticos detectaron rastros de drogas en dos de los aviones, matrículas N440KM y N54HT. La intervención en los aviones, estacionados en un pequeño aeropuerto al norte de Miami, se dio tras una investigación conjunta de la DEA y el Buró Federal de Investigaciones, el FBI, que asegura que Rais creó “compañías fachada” en Estados Unidos, a través de testaferros, para ocultar que él es el propietario de los aviones. La solicitud de incautación de los aviones, firmada por el alguacil del condado de Martin, William D. Snyder, e introducida en una corte local el viernes 22 de abril, va sustentada en que Rais, según el documento, es objetivo prioritario de la DEA.


“José (Enrique) Rais ha sido designado como objetivo prioritario desde el principio de esta investigación y es sujeto de una investigación internacional por sus vínculos con grupos de crimen organizado, compañías fantasma, carteles y políticos corruptos”, reza un extracto de la petición legal firmada por el aguacil Snyder y el agente de la DEA, Kyle Keenan.

Portada docu Rais

El perro Óscar, de la oficina del alguacil del condado Martin (MCSO), al norte de Miami, detectó rastros de drogas el interior del avión multimotor One Lear Jet matrícula N54HT, estacionado en el hangar 7 del aeródromo Witham Field en el centro de la Florida. Ocurrió el pasado 10 de marzo, casi un mes después de haber hecho su último vuelo desde el aeropuerto de Ilopango, en El Salvador, previa escala en el aeropuerto ejecutivo de Miami. El avión es propiedad de Rais Group International, una corporación que ha sido usada por Rais como “compañía fachada”, según la investigación de la DEA descrita en el documento legal.

A Óscar lo acompañaba su compañero de trabajo, el agente policial James Maltese. Ambos habían llegado al hangar luego de que otros agentes retuvieran a dos pilotos y un técnico, identificados como empleados de Enrique Rais por las autoridades del condado de Martin. Los nombres de los pilotos son José Mendoza y Mauricio Serrano, y el del mecánico es José DeSantiago.

El perro Óscar, su compañero Maltese y otros tres oficiales, entre ellos el agente especial Kyle Keenan de la DEA, llevaban vigilando el hangar 7 durante un par de días. La Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés) les había avisado, al menos una semana antes, que en ese lugar había movimientos sospechosos de aviones que podían estar involucrados en actividades ilícitas.

Entre el 10 y el 15 de marzo, los agentes intervinieron las aeronaves del hangar 7 y, motivados por sospechas de que “narcotraficantes de Centro y Suramérica… han estado moviendo sus operaciones al norte de los condados Broward y Miami-Dade en respuesta a decomisos recientes en esa zona”, como se lee en la solicitud de incautación, condujeron una investigación que el pasado viernes 22 de abril llevó al alguacil del condado Martin, donde está el aeropuerto Witham Field, a pedir a un juez que “asegure el decomiso” de los aviones por ser “objetos de contrabando” de acuerdo a leyes estatales de Florida.

N54HT

El avión matrícula N54HT.

En total, el alguacil Snyder pidió oficializar el decomiso de los aviones matrículas N440KM, N585PA y N54HT, y del helicóptero N4488N, todos propiedad de compañías que la DEA, que ha colaborado de cerca con los detectives de MCSO, ha relacionado con el empresario salvadoreño Enrique Rais. El FBI, además, asegura que pilotos o testaferros de Rais en esas compañías han estado relacionados con investigaciones anteriores de narcotráfico, según se lee en la petición.

El 10 de marzo, uno los detectives de MCSO pidió permiso al piloto José Mendoza, interrogado en el hangar 7 en el marco de la investigación, para registrar el avión matrícula N54HT, uno de tres jets estacionados en el lugar. Mendoza accedió. El perro Óscar entró a esa aeronave y, cinco días después, el 15 de marzo de 2016, al jet matrícula N440KM, este propiedad de la empresa JODA LLC, otra “compañía fachada” de Rais, según la DEA. En ambas aeronaves el perro dio positivo con rastros de narcóticos, según la petición de Snyder.

“Óscar abordó el N54HT para olfatear narcóticos… y al N440KM con el mismo propósito. Óscar dio indicaciones positivas en las áreas traseras de carga tanto del N54HT como del N440KM. Específicamente, Óscar alertó sobre un closet ubicado en el suelo del N440KM y sobre un asiento ubicado justo encima de ese closet”, dice la petición de decomiso presentado por MCSO a un juez del condado Martin el viernes 22 de abril, que Revista Factum consultó en el registro público de documentos judiciales de Florida.

Positivos

Detalle de la socilicitud de incautación de las aviones donde se explica el procedimiento para detectar rastros de narcóticos en el avión N440KM.

El N54HT había llegado a los Estados Unidos el 4 de febrero de 2016, según el registro de vuelos comerciales y privados que hace la empresa Flight Aware. Salió del aeropuerto de Ilopango a las 7:26 am y aterrizó en el aeropuerto ejecutivo de Miami a las 10:52 am. Desde ahí salió al aeropuerto Whitam Field a las 11:27 am, donde aterrió a las 11:53 am.

La presentación de la solicitud ante la jueza Bárbara W. Bronis es pública. Y se puede consultar en el este enlace buscando los expedientes del condado de Martin (Martin County Clerck of Court, en inglés) y luego digitando el nombre de José Rais, como es conocido el empresario Enrique Rais en Estados Unidos. El caso público contra Rais aparece identificado como 432016CA000446CAAXMX.

Al subir al N440KM, el agente Keenan de la DEA descubrió que “la aeronave –en forma consistente con el contrabando de drogas– había sido modificada para acomodar solo a nueve pasajeros, y no a los 22 que está equipada para acomodar”, añade el documento.

N440KM

La aeronave N440KM, implicada en la investigación abierta por la DEA en Florida.

El 15 de marzo otro perro, Bingo, acompañó a Óscar en una segunda búsqueda. Esta vez, Óscar “rascó el panel del suelo y se sentó sobre él, indicando que la fuente del olor (de narcóticos) podía estar debajo del compartimento”. El agente Justin Albauer y su perro Bingo también subieron al N440KM: “Bingo alertó del olor de narcóticos en la misma zona de la que Óscar había alertado desde el exterior del N440KM”, dice el expediente introducido a la corte del condado Martin.

Tanto el avión matrícula N440KM como el matrícula N54HT fueron utilizados en viajes que Rais realizó junto el ex fiscal general de El Salvador, Luis Martínez, y las familias de ambos, así como en múltiples vuelos que Martínez realizó con empleados del Ministerio Público, según consta en informes de la Dirección General de Migración de El Salvador y la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma, CEPA (ver recuadro al final). El vínculo entre Martínez y los aviones del empresario fue hecho público por Factum, cuando el abogado aún ostentanba el cargo de fiscal general.

A los indicios encontrados por los dos perros, los detectives de MCSO y de la DEA añadieron una investigación documental sobre las “compañías fachada” de Enrique Rais y sus relaciones empresariales y políticas en El Salvador, así como datos que arrojaron interrogatorios a los pilotos y al mecánico que estaban en el hangar 7 durante los decomisos iniciales.

William D. Snyder

En el documento que presentó al tribunal del condado Martin, el alguacil William D. Snyder, citando la exposición de hechos e investigación (un documento al que en inglés se llama “affidavit”) firmada por el agente Keenan de la DEA, dice que “José (Enrique) Rais… ha sido designado como objetivo prioritario de la DEA desde el inicio de esta investigación”.

Factum escribió a Enrique Rais un correo electrónico el domingo 24 de abril de 2016 en el que pedía sus comentarios o reacciones al documento introducido por la oficina del alguacil Snyder a la corte del condado Martin, así como a los señalamientos hechos por la DEA en esa petición legal. El mismo domingo contestaron los abogados Jonathan David, basado en Miami y quien se presentó como representante de Rais y la compañía Rais Group Internacional, y el abogado salvadoreño Wilfredo Ernesto Gutiérrez Ayala, uno de los apoderados de Rais en El Salvador.

“En relación a los hechos… el decomiso de la aeronave por el alguacil del condado Martin estuvo basada en el alegato de irregularidades en el registro de la misma, por la documentación presentada a la corte para pedir permiso de entrar a las instalaciones, y una audiencia preliminar –incluso para determinar si hay causa probable para las acciones del condado– aún no ha ocurrido. Es decir, no ha habido determinación judicial de ningún hecho ni nada parecido. La única base para las acciones del condado son tips de fuentes no confiables… Una barrida exhaustiva fue realizada por las autoridades y no se encontró nada incriminatorio… Para ser aún más claros: ni el Grupo Rais ni José Enrique Rais ni ninguno de sus asociados ha cometido crimen alguno, y por lo tanto niegan cualquier alegato al respecto…”, escribió el abogado David, quien de acuerdo a los récords públicos de la corte del condado Martin no se ha presentado todavía como parte en el caso abierto por la petición del alguacil Snyder.

Las compañías fantasmas y los antecedentes por drogas

El primer avión que los agentes estadounidenses habían avistado en el hangar 7, entre el 7 y el 10 de marzo, fue el matrícula N585PA, propiedad de Aviators II, una compañía basada en Florida, registrada a nombre de José Rais y James Prince. La DEA y MCSO tienen dudas de que esos registros sean legales y creen que Rais ha maniobrado para que esa y otras compañías aparezcan documentadas como empresas con ciudadanía estadounidense cuando no la tienen.

De acuerdo a las leyes federales de los Estados Unidos, según los policías de MCSO, para que una compañía de este tipo tenga ciudadanía estadounidense, dos tercios de sus administradores y tres cuartos de su junta de votantes deben ser ciudadanos de los Estados Unidos, algo que Aviators II no cumple, según la investigación de la DEA citada en la solicitud de MCSO.

James Price, el socio de Rais en Aviators II, “negó ser propietario del N585PA en una declaración grabada y admitió que había completado los documentos de registro con su nombre para favorecer a su amigo Rais”. La DEA concluyó que el intento de ocultar la ciudadanía del propietario puede estar relacionado con que los aviones con matrícula N (compañías privadas que no son aerolíneas comerciales) “son sujetos a menor escrutinio por seguridades aeroportuarias”.

La investigación también determinó que el N585PA estuvo registrado antes a nombre de William Dee, un “socio de negocios de Rais”, según la DEA. “Dee admitió en 2011 haber lavado dinero para realizar la compra de un avión”, dice el reporte.

Una de las cosas que llamó la atención de los agentes antinarcóticos, tras registrar el N585PA, es que el avión estaba en muy malas condiciones, pero “a pesar de su pobre condición en general” estaba equipado con instrumentos de navegación de primer nivel, cuyo costo es de unos $86,000, estimaron. La empresa que instaló esos aparatos se llama “Peninsula Avionics”, a la que la DEA le confiscó en 2015 un avión registrado en forma impropia y que comparte dirección con “la compañía de Rais Aviators II”.

Los policías antinarcóticos también descubrieron que algunos compartimientos que solo deben ser abiertos “un puñado” de veces durante la vida útil de la aeronave, y solo por agentes certificados por la FAA, están asegurados con diferentes tipos de tornillos, lo cual, consideró la DEA, es “un patrón común en aviones que son usados para el contrabando de drogas”.

El pasado 10 de marzo, según describe la solicitud legal, el mecánico Jaime DeSantiago sacó y volvió a meter el N585PA del hangar 7. Poco después, DeSantiago y otros dos individuos empezaron a trabajar en otra aeronave, la N440KM. De acuerdo a información que el FBI aportó en este caso, DeSantiago, también identificado como José Santiago, “puede estar relacionado con la creación de compartimientos secretos en la aeronave”.

Cuando los detectives revisaron la documentación de registro de este avión descubrieron que está a nombre de una compañía llamada JODA. El 13 de julio de 2015, el abogado de Miami, Jonathan Noble David, el mismo abogado que contestó el correo de Factum el pasado domingo 24 de abril, certificó un escrito en el que el Secretario de Estado de Misurí, donde JODA está asentada, aseguró que el dueño de la compañía es David Stone, y que José Enrique Rais nunca ha sido propietario legal de la misma. Las investigaciones de la DEA, sin embargo, apuntan a otra cosa.

De acuerdo a la DEA, David Stone está muerto. Una persona de nombre Randall Stevenson es quien lleva los asuntos de JODA desde la muerte de Stone, según la agencia federal antidrogas. Stevenson ya estaba en el radar de agentes de la DEA luego de que su nombre apareció en la bitácora telefónica de Edgar Valles, arrestado en 2000 cuando intentaba introducir a la Florida 30 libras de heroína procedentes de Venezuela.

“Inteligencia de la DEA indica que JODA ha sido sujeto de cuatro decomisos relacionados con drogas, uno de los cuales resultó en la incautación de 15 libras de cocaína y 10 libras de cannabis”, dice la petición de decomiso del avión sometida al tribunal la semana pasada. La DEA también ha tenido bajo observación al menos otros dos aviones de JODA por “actividades relacionadas con drogas”.

Jonathan David, el abogado de Rais, dijo por escrito que nada incriminatorio había sido encontrado en las inspecciones hechas por las autoridades al avión. El abogado solo se refiere a una aeronave que no identifica y no habla en específico sobre los indicios positivos encontrados por dos perros antinarcóticos en tres de las aeronaves.

En el caso del N440KM, dicen los policías de MCSO, Rais también intentó ocultar que él es el dueño verdadero de JODA, lo cual, dicen, es motivo para establecer que el avión es un “objeto de contrabando”. Una de las pruebas que los agentes estadounidenses han presentado al tribunal para establecer que el salvadoreño es propietario del avión y de JODA es una transacción bancaria en la que Rais ordena el pago a JODA de una cuota para adquirir la aeronave. Ese pago procede, según el documento bancario, de una cuenta de la empresa Manejo Integral de Desechos Sólidos de El Salvador (MIDES), de la que Rais es dueño, algo que Factum reveló en una publicación hecha en 2015.

El mecánico José DeSantiago también afirmó, según una entrevista con policías de MCSO consignada en el documento, que Rais paga sus aviones “con fondos provenientes de la compañía salvadoreña de tratamiento de basuras MIDES, y que gastos de seguro y mantenimiento se pagan con los mismos medios”.

Documentos de CEPA en El Salvador, anexos a una investigación abierta por el Tribunal de Ética Gubernamental en torno a las relaciones entre Rais y el ex fiscal general Martínez, indican que el avión N440KM está a nombre de MIDES.

Para el final de la primera etapa de investigación, los agentes habían decomisado, además de los tres aviones –N54HT, N440KM y N585PA–, un helicóptero matrícula N4488N. La propietaria de esta aeronave es una compañía llamada Citation501RL, que según el registro de aviación de Estados Unidos está a nombre de José Rais.

La DEA y el alguacil del condado Martin han asegurado a la jueza que todas las compañías propietarias de las aeronaves, para las que están pidiendo orden judicial de decomiso, están relacionadas con Enrique Rais.

Una de esas compañías, Rais Group International Inc., propietaria del N54HT según MCSO, también fue registrada en Panamá, el 4 de junio de 2008. De acuerdo a documentos del registro de propiedad panameño, consultados por Factum, esa sociedad sigue vigente.

Las investigaciones de la DEA indican que Charles Blount, el jefe de operaciones aéreas de Rais Group International, fue identificado por una fuente de la agencia antinarcóticos como el piloto de un avión utilizado para transportar heroína hacia los Estados Unidos.

El 7 de febrero de 2014, la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma de El Salvador (CEPA) registró a Charles Blount como uno de los pilotos del jet One Canadianair Bombardier N440KM en un vuelo que salió a las 7:30 de la mañana de ese día del aeropuerto de Ilopango, en El Salvador, hacia el aeropuerto código MYGF en Bahamas. Viajaban, entre otros, José A. Rais, el abogado salvadoreño Armando Serrano y los agentes de la Fiscalía General Allan Hernández y Edgar Márquez, a quien el entonces fiscal salvadoreño Luis Martínez nombraría luego su fiscal adjunto.


 

Los mismos aviones en que viajó el ex fiscal general

Luis Martínez, el ex fiscal general de El Salvador, aceptó ante el Tribunal de Ética Gubernamental que voló en aviones de las compañías Avtran LLC, Marcela Invest Capital Corp., Aviators II,  Rais Group Internacional y Joda LLC. Las tres últimas vinculadas por la DEA a Enrique Rais y mencionadas en la investigación en la que el empresario salvadoreño es “objetivo prioritario” de la agencia antinarcóticos de los Estados Unidos.

Ante el TEG, Martínez aceptó que había realizado 18 viajes oficiales en aviones privados, sin especificar cuáles o de qué compañías. Sin embargo, un listado de entradas y salidas que el Tribunal pidió a la Dirección General de Migración y a CEPA, comprendidas entre 2013 y una parte de 2015, da cuenta de que Martínez viajo al menos 22 veces en los aviones matrículas N440KM (14 viajes) y N54HT (8 viajes), que hoy están asegurados en el marco de una investigación internacional de la DEA, tras los rastros de narcóticos encontrados por dos perros entrenados.

En una carta que envió al TEG, fechada el 23 de febrero de 2015, Martínez dijo que viajó en esos y otros aviones privados (la mayoría propiedad de empresas irregulares de Rais, como las ha llamado la DEA en la investigación de La Florida) “a consecuencia de los altos riesgos que se corren al combatir de manera frontal el crimen organizado…”

Martínez aseguró al TEG que todos los vuelos estuvieron relacionados con su trabajo como fiscal general; sin embargo, archivos de la Dirección General de Migración de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma en poder de Factum prueban que en los aviones de Rais también viajaron la familia del empresario junto a la familia de Martínez, cuando este aún era fiscal general. Así ocurrió, por ejemplo, el 27 de octubre de 2013 en un vuelo de El Salvador a Estados Unidos.

De acuerdo a las investigaciones de la DEA, plasmadas en la petición de decomiso hecho por el alguacil de MCSO, Enrique Rais también “tiene vínculos con José Salazar Umaña, alias ‘Chepe Diablo’, quien ha sido designado formalmente como capo internacional del narcotráfico por el Departamento del Tesoro por su vinculación al salvadoreño Cartel de Texis”. En el documento que es ya de récord público en el condado Martin de Florida, también se lee: “Luis Martínez es acusado de haber protegido a Chepe Diablo… y de haber acusado falsamente a enemigos de negocios de Rais”.

La DEA asegura, en su investigación por este caso, que José Luis Merino, alias Ramiro Vásquez y uno de los líderes del partido FMLN, actualmente en el gobierno, también ha viajado en el N440KM, uno de los aviones de Enrique Rais en que los perros policiales Óscar y Bingo encontraron rastros de drogas.

 


Nota del editor: Héctor Ricardo Silva Arguello, el padre de Héctor Silva Ávalos, fue alcalde de San Salvador (1997-2003). Cuando era alcalde, Silva Arguello y otros diez alcaldes del área metropolitana de San Salvador firmaron un acuerdo con MIDES por servicios de traslado y disposición final de desechos sólidos; el estudio técnico del acuerdo contó con fondeo y supervisión del Banco Interamericano de Desarrollo. La relación de Enrique Rais con MIDES empezó en 2005. Héctor Silva Arguello falleció en 2011.

* Foto principal tomada del aeródromo Witham Field, ubicado en el centro de la Florida.

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