Carmen Aída, ¿qué puede hacer una vicepresidenta en una democracia?

Elegante, digna y firme. Así he visto a la ex vicepresidenta de Costa Rica, Ana Helena Chacón, en diferentes eventos. La ahora embajadora de Costa Rica para el Reino de España, ya es parte de la historia, no solo por su magistral acto de valentía y congruencia en la que solicitó una respuesta a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que generó la Opinión Consultiva 24, que reconoce la plena igualdad de todas las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales + en el territorio interamericano; sino por su constante lucha en vivir con sus convicciones y transformarse en el símbolo de justicia social que representa en el mundo.

De las historias que escuché de doña Ana Helena Chacón, que más me movieron, fue cuando siendo diputada -por vivir conforme a sus convicciones de no discriminación- le pusieron sobre su escritorio un millón de firmas recolectadas para pedir su renuncia por apoyar a la población LGBT+. Fue un momento duro, que a cualquiera podría volver en tibio y buscar esconderse, pero Ana Helena siguió… siguió y creció aún más. Ana Helena Chacón es parte de ese 1% del mundo que no desiste ante las adversidades que puede implicar tener una postura firme en un tema, por eso será por siempre inspiración para personas en vivir conforme sus convicciones y luchar por los demás. Nadie creería que esa mujer, que fue tan rechazada, sería una de las más amadas tan solo unos años después.

En el contexto de las elecciones del pulgarcito de América tenemos un momento crítico. Tenemos una formula presidencial de Carlitos Calleja y Carmen Aída Lazo completamente de lujo, que pueden sacar adelante a nuestro país, pero que hace falta incluir la agenda progresista en su línea liberal. Por ello, me quiero concentrar en la candidata a vicepresidenta.

En mi opinión, nadie tiene mejor preparación personal, académica, profesional que Carmen Aída Lazo: es una mujer agradable, sencilla y accesible. Pero además, Carmen Aída tiene un brillo mágico que le da el potencial de ser nuestra “Ana Helena”, pues representa algo en peligro de extinción: “el sueño salvadoreño” que nos demuestra que hay quienes pueden llegar a lo más alto de las cúspides mundiales, así sucedió con el jurista don José Gustavo Guerrero; o el “Schindler salvadoreño” el coronel Arturo Castellanos, quién desde su puesto como diplomático salvadoreño en Suiza salvó más de 40 mil vidas de judíos que estaban encaminados a las garras del holocausto Nazi. Carmen Aída puede llegar a ser una de esas grandes personas de la historia. Pero para llegar a serlo, tiene que romper con las cadenas de la opresión que ha sido lo que ha marcado el destino de nuestro país.

El 18 de julio de 2018, Carmen Aída Lazo fue presentada como candidata a la vicepresidencia por la coalición conformada por PCN, ARENA, PCN, PDC y DS (quien nadie conoce). Esto es una oportunidad que se genera por el mismo desgaste del sistema de partidos políticos, según reconoció en una entrevista efectuada en el programa FOCOS el 2 de septiembre de 2018, de igual manera, en la parte final de la entrevista indica que “Debemos pasar a políticas de desarrollo del siglo XXI” (Min.33.00), lo cual estoy completamente de acuerdo. Tanto ella como Calleja representan personas con visión de mundo, con capacidades de desarrollo de negocios fuera de serie y que si establecen sus visiones en el Estado puede generar grandes cosas.  Pero para entrar al siglo XXI no solamente se requiere de políticas económicos y selecciones de personal meritocráticos, sino también una postura progresista a favor de los derechos humanos y un tajante rechazo a la corrupción.

Veamos, Carmen Aída es clara en indicar que no puede ser juzgada por errores del pasado: “Yo me estoy metiendo para trabajar sobre el futuro… yo no puedo ni ocultar ni responder por los errores en una época donde yo no estaba participando en la historia política… para evitar que todos esos vicios de una manera gradual se puedan ir corrigiendo” (Min 11.00-11.23).   Estoy de acuerdo con ella máxime cuando no ha tenido ninguna injerencia en estas acciones de los personajes de esos partidos, pero eso no significa que no puede señalar esos errores y rechazarlos tajantemente.  Uno de los aspectos que me dejó preocupado es su postura para deslegitimar la Comisión de la Verdad que se instauró bajo el mandato fijado en los artículos 2 y 5 de los Acuerdo de Paz de Chapultepec: “Le voy a ser muy franca, son temas que yo me pongo a investigar… Yo no puedo saber realmente si este informe de la verdad ha sido validado por todas las instancias que necesitan para poder hacer una afirmación categórica… se lo digo de verdad como alguien que no lo puedo saber”. No es posible decir que es un documento que no ha sido validado por todas las instancias pertinentes: ya fue validado y los señalamientos en contra de Rodolfo Parker que ese documento hace, el coronel Almendáriz del PCN y el mayor d’Aubuisson, como autor intelectual del asesinato de Monseñor Romero, no pueden deslegitimarse a pesar de estar en las filas de ARENA y del PDC.

En enero del 2018, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con jurisdicción en El Salvador, publicó la Opinión Consultiva 24 en la que resuelve que todas las personas en el territorio interamericano tienen un derecho a la identidad de género en el caso de las personas trans y además el acceso igualitario a la institución civil del matrimonio que ofrece el Estado a personas heterosexuales.  En la entrevista, cuando le preguntaron si apoyaría iniciativas de ley para cumplir con estas disposiciones, detalló: “Tengo incidencia sobre los temas del Ejecutivo” (Min.19.34) y la inclusión de todas las personas –incluidas las personas LGBTI+- es un tema del Ejecutivo. Además, que podrá tener iniciativa de Ley, según el artículo 133 en relación con el artículo 155 de la Constitución, en los casos en que asuma la presidencia. Adicionalmente, no podemos perder de vista que la vicepresidencia participa del Consejo de Ministros de presidencia y como tal sí puede tener incidencia en crear el impacto necesario para romper con las barreras de discriminación.

Ante la insistencia de los periodistas de FOCOS TV a que se refiera el tema, mi estimada Carmen Aída dijo: “Mi rol será cumplir con la Constitución y la ley… La Constitución es bien clara, tiene que cumplir con la Constitución y la ley… quisiera ser bien clara, está en la Constitución es entre hombre y mujer” (Min. 18.25-18.53/19.05) Pero es falso que la Constitución sea clara en decir que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, esas son las reformas constitucionales que Rodolfo Parker impulsa desde hace años (“¿Cuál es la postura de Rodolfo Parker disculpe?” dijo Carmen Aída en el Min. 20.15 de su entrevista) y que con tal declaración parece que se esta alineando con el verdugo más grande de la población LGBT+. Rodolfo Parker, desde 2003, apela al voto conservador y busca reformar la Constitución para prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo y definir que el matrimonio es entre hombre y mujer. Si las personas del mismo sexo se casan civilmente, en nada afectará al matrimonio civil entre heterosexuales, nadie pierde derechos, ni se dan privilegios. Es solo tratar a las personas con dignidad humana que tienen derecho.

Carmen Aída dice que va cumplir la Constitución, ello implica cumplir tratados de derechos humanos dentro de los cuales entra la Convención Americana sobre Derechos Humanos, cuales tienen el mismo rango que la Constitución. Por ende, debe cumplir con lo que se desarrolla en su articulado y en las interpretaciones que hace la Corte Interamericana de Derechos Humanos, porque de no hacerlo se produce una inmediata violación al contenido de la Convención Americana en razón del art.2 de dicha convención, tal y como ha acontencido en casos como Gelman contra Uruguay; Ultima Tentación de Cristo contra Chile, y es deber del Estado adecuar sus actuaciones al mencionado instrumento internacional.  Es decir, ninguna norma del Estado, incluyendo las Constitucionales, pueden ir en contra de lo Establecido por la Convención, y las interpretaciones que la Corte ha hecho de esta. El Estado tiene el deber de armonizar su normativa interna, con lo establecido en la Convención Americana y las interpretaciones de la Corte.

Ese tema particularmente estoy en contra de la discriminación de una persona por su preferencia sexual…En ese tema de la no discriminación todos podemos estar de acuerdo” (Min. 21.34) dice Carmen Aída, pero entonces ¿Por qué no le resulta una barbaridad que vean a sus compatriotas homosexuales, bisexuales y lesbianas como ciudadanos de segunda categoría? ¿Qué puede ser más discriminatorio que negar el derecho a amar? La discriminación matrimonial, negar el acceso al matrimonio civil no religioso, es una de las maneras más críticas para hundir la moral de un colectivo, basta con recordar que el Third Reicht, con la instauración de las leyes raciales de Nuremberg, prohibió las relaciones entre judíos y alemanes; o la segragación americana que prohibía el matrimonio entre personas de diferentes razas y que terminó con la decisión Loving contra Virginia en 1967.

No esperamos que haya unanimidad (Min. 21.43) como indica Carmen Aída, pero sí que exista respeto a las normas neutrales de un Estado de Derecho donde todas las personas somos iguales y, por ende, se deben crear las condiciones para exaltar esa dignidad de las personas de igual manera, incluso de aquellas que son minorías. Como dijo al final de la entrevista “Debemos pasar a políticas de desarrollo del siglo XXI” (Min.33.00) Entonces, ¿por qué seguir viviendo en el oscurantismo de ciudadanos de primera y segunda categoría? ¿Por qué no romper con la opresión de ciudadanos con menos y más derechos? ¿Por qué no dar el salto a la modernidad en lo social y en lo económico?  Seamos congruentes, porque ante la incongruencia uno se vuelve tibio y a los tibios los escupe Dios (y los electores también).

Carmen Aída está en sus manos desarrollar una agenda liberal. Cuando incluya el progreso social, la veremos crecer y se inmortalizará como la mujer progresista que cambió el rumbo del país. Yo creo en usted que tiene la capacidad de empoderarse, dirigir y señalar lo que está bien de lo que esté mal. Usted no necesita de ellos, ellos necesitan de usted. Si no me cree, pregúntele a Ana Helena Chacón, la mujer que cambió el destino de Centroamérica.


Abogado y escritor. Fundador de Fundación Igualitxs y Hduarte Legal www.hduartelegal.com/herman

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