Cinco apuntes previo al Super Bowl LI

¡Halcones versus Patriotas! El Super Bowl LI está definido para este próximo domingo 5 de Febrero. Los aficionados de las franquicias de Atlanta y Nueva Inglaterra deberán trasladarse a Houston para vivir de cerca el mayor evento del deporte estadounidense. A continuación comparto algunos apuntes acerca de lo que nos espera en el juego más ansiado del año en la NFL.


Dos de las franquicias más populares de la NFL soñaban con enfrentarse en el Super Bowl LI, pero ni Pittsburg ni Dallas pudieron alcanzar el objetivo de recuperar la relevancia de su pasado glorioso. Ambos equipos tuvieron grandes temporadas, pero no lo demostraron en el momento decisivo. Los playoffs son un cuento aparte y tanto Cowboys como Steelers se quedaron cortos, así como también le ocurrió a los Green Bay Packers, Seattle Seahawks, New York Giants y Kansas City Chiefs. Todos ellos tenían serias aspiraciones a volver a lo más alto, pero terminaron eliminados.

Llegan al juego decisivo dos historias adversas. La de los Patriotas es la usual y anticipada. Desde que inició la temporada —incluso pese a tener castigado por cuatro partidos a su mariscal de campo, Tom Brady, debido al caso de los balones desinflados—, los Patriots se mostraron dominantes. Eran favoritos y ratificaron su condición durante toda la temporada, como también en los playoffs. Que ellos digan ‘presente’ en Houston no es ninguna sorpresa. Caso distinto es el de Atlanta, que voló siempre bajo, fuera del radar, como halcón de rapiña, mientras otras franquicias propias de mercados más imponentes (Dallas, Green Bay, Nueva York) se robaban los titulares de prensa en la cobertura de la Conferencia Nacional.

Nueva Inglaterra llega a la edición 51 del Super Bowl con una ventaja ligera de tres puntos sobre Atlanta en las principales casas de apuestas de Las Vegas. La última vez que estuvieron en ese escenario, el juego lo tenían ya perdido, pero milagrosamente, en una llamada que hasta el día de hoy se le cuestiona al coach Pete Carroll (y de la que él asume toda la culpa), los Patriots se robaron el juego y dejaron a Seattle llorando por la oportunidad perdida.

¿Hará lo suyo el karma este próximo domingo? Y si lo hace, ¿a favor de quién? Pues así como las das, las tomas. Luego de la sentencia por el caso de los balones desinflados, Nueva Inglaterra se relame los bigotes ansiando que el comisionado de la NFL, Roger Goodell, se vea obligado a entregarles el trofeo Vince Lombardi.

La moneda está en el aire.

Solo 24 países soberanos de todo el mundo no verán la transmisión televisiva de este evento, un espectáculo que trasciende la relevancia de un simple acto deportivo y que será traducido a veinte idiomas diferentes en todo el planeta.


1) New England Patriots: el que puede se divierte

Sí, los Patriots ya aburren. Desquician a todo aquel que está cansado de verles maniatar a toda competencia que ose desafiarlos en la Conferencia Americana del siglo XXI. Con su victoria sobre los Steelers, Belichick y Tom Brady garantizaron su séptimo viaje al Súper Bowl, un periplo del que ambos ya han salido victoriosos en cuatro ocasiones.

No hay que culparlos por causar el tedio de verlos de nuevo en la cima. Más allá de la mancha del pasado —el “Deflategate”—, ¿quién puede acusarlos por no aburrirse de ganar? ¿Acaso no es el mismo patrón que todas las demás franquicias matarían por cumplir? Los Patriots son el primer equipo en la historia de la NFL que llega a nueve Super Bowls, habiendo triunfado en cinco ocasiones, la última de ellas apenas hace dos años, cuando rompieron los corazones de todos aficionados de Seattle.

Puede decirse que tienen el colmillo suficiente para afrontar la presión de estas citas. Jugadores como Tom Brady, Julian Edelman, Danny Amendola, Alan Branch, Dont’a Hightower y LeGarrette Blount ya saben qué es consagrarse como campeones; mientras otros como Martellus Bennett o Chris Long han estado buscándolo desde hace tiempo en otras franquicias y harán todo lo posible por consagrarse por primera vez.

El balance de este equipo luce entre una ofensiva eficaz y una defensiva superlativa y que va en alza. Esto es lo que hace que las apuestas previas al juego los vean ligeramente como favoritos. Sin mencionar la influencia de Bill Belichick,  considerado como el arquitecto del rotundo éxito de Nueva Inglaterra en el presente siglo.


2) Los Falcons también tienen lo suyo

Los Falcons tuvieron la mejor ofensiva de toda la liga en la campaña actual. Y la conexión entre Matt Ryan y Julio Jones fue indescifrable a lo largo del año para las defensivas rivales. Esta ofensiva fue tan temible que promedió 33,8 puntos por partido (40 en los playoffs). De hecho, los Falcons lograron la octava cantidad de puntos anotados más alta en la historia de la liga durante una temporada regular (con 540). Sin embargo, hay mucho más en Atlanta que estos dos súper estrellas. Está, por ejemplo, el aporte del running back, Devonta Freeman, quien corrió para más de mil yardas, anotó 11 touchdowns y promedió 4.9 yardas por acarreo.

A diferencia de los Patriots, Atlanta no posee mucha experiencia en Super Bowls. Su única participación en el juego por el campeonato ocurrió en 1999, cuando cayeron contra los Broncos de Denver. De hecho, Tevin Coleman, uno de los corredores más importantes del equipo, tenía apenas cinco años cuando los Falcons cayeron ante el equipo liderado por John Elway.

Así que será hambre contra colmillo. Uno sueña con devorar el premio; mientras el otro ya tiene la experiencia de saber cocinar a la presa a fuego lento.


3) La sal del MVP

Matt Ryan debería ganar el MVP (el premio como “jugador más valioso”) de la temporada 2016-2017 en la NFL.

Sin discusión.

El año que el quaterback de Atlanta ha tenido ha sido fantástico. Ya solo le falta coronarlo con el premio mayor, el del campeonato.

Los números de ‘Matty Ice’ este año han sido impresionantes: lanzó para 4,944 yardas en la temporada regular (38 touchdowns) y solo sufrió siete intercepciones. Pero no toda la historia se cuenta en temporada regular. También en playoffs su desempeño ha sido sobresaliente. La tercera selección del draft de 2008 ha jugado dos partidos de postemporada en la campaña actual y ambos han sido contra rivales muy duros: Seattle y Green Bay. ¿Hombre de hielo? En la suma de los dos juegos, Ryan lanzó para 730 yardas con siete anotaciones sin intercepciones. De hecho, no lanza para manos rivales desde la semana 14.

¡¡¡IM-PRE-SIO-NAN-TE!!!  😯

Pero no todo es optimismo. Existe una maldición que los apostadores deberían tomar en cuenta: desde hace 16 años, en lo que va de este siglo, ningún ganador del premio de MVP de la temporada ha logrado ganar también el Super Bowl. Y como todo apunta a que Matt Ryan será nombrado este sábado como el nuevo MPV de la NFL, pues…

Desde el año 2000, solo 7 de 16 MVP’s han logrado llegar al gran juego. Ninguno de ellos lo ganó.

Hay que tomar en cuenta, además, que Matt Ryan nunca le ha ganado a los Patriots; y sin olvidar que antes de este año solo había ganado uno de los cinco juegos de playoffs que había disputado.

Así que el domingo veremos si la sal de ser el MVP continua castigando a quienes ganen este premio.


4) La gran ausencia

Para los aficionados de los Pats debe ser decepcionante ver a su otra gran estrella, Rob Gronkowski, grabando comerciales, en lugar de estar preparándose para el domingo.

‘Gronk’ estaba diseñado para formar una pareja de terror junto a Martellus Bennett, dos alas cerradas corpulentos y eficaces que pondrían a temblar a toda la liga. Sin embargo, el 2016 fue un año de incontables lesiones para Gronkowski. Desde una contusión pulmonar hasta una hernia en un disco cuya cirugía lo dejó fuera para toda la campaña y la postemporada. Sin embargo, su ausencia no se ha hecho sentir demasiado en la dinámica de juego del equipo. Jugadores como Edelman, Chris Hogan o LeGarrette Blount se echaron el equipo al hombro. Aunque es innegable que ‘Gronk’ hubiera sido un factor a tomar en cuenta.


5) El pronóstico

Aunque Atlanta se vio imponente frente a Green Bay y Seattle, pienso que la misión de vencer a Brady y los Pats va a resultar demasiado complicada. Su defensiva se ha mostrado a la altura (especialmente contra Aaron Rodgers y compañía), pero lo cierto es que eso pareció ser más la excepción y no la regla. Se enfrentaban también a un equipo que, plagado de múltiples lesiones, llegó a rastras a esa cita.

En juegos importantes como este, parece que el factor decisivo corre a partir de las defensivas. Y en esa comparación los Pats cuentan con ventaja. Hablamos de un duelo entre la ofensiva número uno de la liga (Atlanta) contra la defensiva número uno en puntos permitidos (Nueva Inglaterra).

Hace un año, muchos se dejaron embrujar por la gran ofensiva de las Panteras de Carolina y lo difícil que era contener a Cam Newton. Las apuestas incluso daban a Carolina con 10 puntos de ventaja. ¿Y qué vimos? Una paliza defensiva de parte de los Broncos de Denver. Quizás Nueva Inglaterra no posee una defensiva tan intimidante como aquella de los Broncos (quizás sí), lo cierto es que la estrategia en la preparación del juego es lo que muchas veces determina el destino final.

Veo a Nueva Inglaterra presionando constantemente a Matt Ryan y llevándolo al límite en un escenario donde ni él, ni su equipo, ha estado antes. Los Pats no poseen un talento receptor como Julio Jones; pero sospecho que buena parte del juego se dará más por tierra que por aire (excepto en Zona Roja)… y ahí no puedo dejar de mencionar que la influencia de LeGarrette Blount será determinante. El corredor de Nueva Inglaterra anotó 18 touchdowns durante la temporada regular, una cifra estratosférica. Tener un arma como esa en un equipo cuyos controles los maneja Tom Brady y cuya defensiva es coordinada por Matt Patricia… parece demasiado arsenal.


Mi pronóstico:

New England Patriots    30

Atlanta Falcons                21

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