2016

Formular deseos en ocasiones especiales es una práctica ancestral que, no obstante carecer de correspondencia con la realidad, mantenemos como para conservar la esperanza de que la vida irá mejor. Otra cosa son las metas, los proyectos concretos. Sin embargo, tampoco es por completo impertinente decir al aire unos cuantos anhelos, a veces disfrazando en ellos recomendaciones fruto de nuestro análisis de la realidad. Aquí dejo los míos para 2016. Espero que se cumplan.

  1. Resultados de la política de seguridad del Ejecutivo

El problema de violencia delincuencial que vive El Salvador no se generó de un año para otro ni tampoco se solucionará fácilmente. Las políticas estatales para enfrentarlo deben ser coherentes y sostenidas, por lo que tardarán algún tiempo en dar resultados tangibles. Mi deseo es que en este nuevo año comencemos a ver datos objetivos que nos hagan creer que el problema está en vías de resolverse en lugar de empeorar.

  1. Depuración judicial

La calamitosa situación de la administración de justicia en El Salvador es un tema que, pese a su terrible dimensión, suele salir indemne de los debates públicos, frecuentemente enfocados en lo político. Aunque hay jueces incapaces y corruptos (unos más evidentes que otros) y aunque también hay procesos de auditoría e investigación en marcha, rara vez vemos que la burocracia judicial entregue algún resultado. Mi deseo es que en 2016 veamos suspensiones, destituciones y procesos sancionatorios a malos jueces, incluso penales.

  1. Negociaciones legislativas directas entre el FMLN y ARENA

Pocas instituciones están más desprestigiadas que los partidos políticos en la Asamblea Legislativa, así como el dudoso trabajo de diputado/a. El panorama empeora cuando consideramos los tipos de negociaciones que se hacen a espaldas de la población, usando para tales fines a partidos políticos minoritarios cuya actuación recuerda a la profesión más antigua del mundo. Mi deseo en este nuevo ciclo planetario es que los partidos políticos principales negocien y acuerden directamente los temas de país. Quizá sea más lento y difícil, pero acaso sea lo más sano.

  1. Una prensa más objetiva

Aunque todos los medios radiales, escritos, televisivos y virtuales dicen ser imparciales y objetivos, muchos de ellos aún parecen sucursales ideológicas al servicio de determinados intereses económicos, sociales y políticos (El Diario de Hoy, TCS noticias, Diario Colatino, etc.). Mi deseo es que hagan un esfuerzo serio por ser profesionales y no contaminar tanto la información con sus opiniones particulares.

  1. Menos religión y más razón

47% de salvadoreños son católicos/as y 35% evangélicos. Pese a ese dato, estamos en la cima de las estadísticas como país más violento del mundo y seguramente uno de los más intolerantes. El Estado no da educación sexual y teme la sola idea, pero tenemos una insólita prohibición absoluta del aborto, incluso en casos potencialmente fatales para la madre. Procesiones católicas revientan cohetes de vara de madrugada mientras cultos evangélicos martirizan con malogrados cantos a sus vecinos a toda hora del día, mientras los feligreses defienden a los pederastas y agresores sexuales de sus respectivas iglesias. Nos ufanamos de nuestros valores familiares, mientras nuestras niñas y adolescentes dan a luz en los hospitales nacionales. Legisladores sueñan con decretos basados en la Biblia y hasta queremos cambiar el nombre de sitios turísticos tradicionales porque atraen al Maligno. La religión, tal como la hemos entendido aquí en la Guanaxia Irredenta, parece no estar funcionando. Mi deseo es que fundamentemos la convivencia social en la razón: respeto, moral y leyes laicas.

Posdata: por límites de espacio, dejé en el teclado varios deseos menores. Aunque los veo bastante irrealizables, los digo por si acaso: que la división de tránsito de la PNC aplique a mansalva el reglamento de tránsito, que se concesione el Puerto de La Unión, que la gente deje de evadir el pago de sus impuestos municipales, que el expresidente Funes tuitee con menos frecuencia y más inteligencia… y que la Selecta clasifique a la hexagonal.

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